Lo contó en el juicio el dueño de una concesionaria en Pilar que le vendió una camioneta al vecino del country El Carmel, juzgado por el crimen de María Marta García Belsunce.

El testigo que declaró hoy en el caso por el crimen de García Belsunce, es Mariano Maggi, dueño de una concesionaria en Pilar: en 2000 le vendió una camioneta Gran Cherokee a Pachelo a cambio de lo cual éste le dio una seña de 200 dólares y cuatro cheques.

El empresario, ex corredor de Turismo Carretera, conocía tanto al acusado como a su padre, con quienes compartía un grupo de amigos.

Maggio señaló que los cheques de Pachelo fueron “rebotados”, tras lo cual le informaron que eran robados. Ante ello, intentó comunicarse con el acusado y, como no le respondía, decidía ir a buscarlo al country El Carmel, donde lo increpó.

Pachelo se comprometió a pagar, pero nunca lo hizo y por eso el dueño de la concesionaria lo denunció: por eso, la Justicia lo inhibió.

Si tuve los huevos de matar a mi padre, imaginate que matarte a vos o a tu vieja no significa nada”, le dijo Pachelo a Maggi, según la declaración que brindó este martes

La muerte del padre de Pachelo, a causa de un disparo, siempre se la atribuyó al ahora acusado de matar a María Marta García Belsunce, aunque oficialmente quedó en el expediente que habría sido un suicidio. Mientras escuchaba al testigo, Pachelo negaba las acusaciones moviendo su cabeza, visiblemente enojado.

Además, el empresario también contó que luego de ese episodio le rompieron los vidrios de su agencia en dos ocasiones y que Pachelo admitió haber sido el autor de los ataques: “No te prendí fuego la agencia porque sé que sos una buena persona”, dijo que lo amenazó nuevamente Pachelo.

Maggi recordó esa situación con bronca y que en su momento le contó a su entorno que cuando veía a Pachelo, “veía al diablo en sus ojos”.

Por otra parte, declaró Cristina Barrientos, una mujer que trabajaba como personal doméstica en una familia amiga de María Marta García Belsunce.

La testigo aportó detalles sobre el perro “Tom” que le habían robado a la familia Belsunce, y algo que podría complicar a Pachelo: Barrientos contó que una noche salió a caminar por el country “El Carmel” y se cruzó con la empleada doméstica de Pachelo.

La mucama de Pachelo, dijo, le contó que el ahora acusado tenía en su poder el perro de María Marta García Belsunce y le exigía un rescate para devolvérselo.

En base a ello, es que la fiscalía insiste en que había una reyerta entre María Marta García Belsunce y Pachelo previo al crimen.