De 13 a 14 se liberarán los molinetes en la estación Facultad de Derecho, mientras que de 14 a 15 la Línea H, que une Recoleta con Parque Patricios, estará paralizada por completo.
Este viernes la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), llevará a cabo una nueva jornada de protesta. De 13 a 14 liberará los molinetes en la estación Facultad de Derecho, mientras que de 14 a 15 el servicio estará interrumpido en toda la Línea H, que une la zona de Recoleta con la cabecera Hospitales, en el barrio de Parque Patricios.
La medida de fuerza dispuesta por los Metrodelegados, liderados por Roberto Pianelli, se fundamenta en un reclamo por mejores condiciones laborales y la suma de un día de franco para bajar de 36 a 30 horas las cargas semanales.
“No hemos recibido respuestas por parte de Emova (la concesionaria del servicio de subterráneos), al pedido de reducción de la jornada laboral semanal, para trabajar cinco días, lo que se agrava por el faltante de personal en todos los sectores y por el atraso en la compra de trenes nuevos sin asbesto por parte del Gobierno de la Ciudad”, indicó el gremio a través de un comunicado.
En ese sentido, la organización gremial reiteró que el asbesto “ya provocó afecciones a 75 trabajadores y, lamentablemente, tres fallecieron como consecuencia de enfermedades derivadas del amianto”.
Pianelli y el secretario adjunto del gremio, Néstor Segovia, convocaron nuevamente a la empresa a “reflexionar” sobre “su actitud, que perjudica a usuarios y trabajadores”, y solicitaron disculpas a quienes sean afectados por la medida de autodefensa, aunque aclararon que es “la única manera de resguardar los derechos laborales y la seguridad de todos“.
Estas nuevas acciones se inscriben en un plan de lucha que el gremio comenzó hace diez días y que ya afectó en distintas franjas horarias a casi todas las líneas de subte y el Premetro.
En respuesta a las medidas de fuerza, la empresa Emova sostuvo en un comunicado de prensa que agregar un franco semanal al actualmente existente manteniendo la jornada diaria de seis horas “resulta inviable ya que implica una disminución de la jornada semanal de 36 a 30 horas“.
“Es incompatible con una operación adecuada de este servicio de transporte esencial y por debajo de niveles razonables de productividad”, remarcaron.