El hecho ocurrió está mañana en Playa Chica, cuando el conductor de 17 años, a toda velocidad despistó y arrolló a una joven, y a pesar de que el auto quedó dañado, intentó escapar, pero fue detenido a los pocos metros.

La locura al volante parece no tener fin. Esta mañana un joven de 17 años que circulaba por la costa a toda velocidad protagonizó esta mañana un violento despiste y embistió a una joven que junto a otras amigas caminaba por la vereda, a la altura de Playa Chica, en la localidad balnearia de Mar del Plata.

A pesar de los destrozos que presentaba el vehículo, increpado por transeúntes que le recriminaban su desatinada maniobra, el conductor intentó escapar del lugar, pero pudo ser retenido por personal policial.

El adolescente se negó a someterse a un control de alcoholemia, procedimiento habitual frente a este tipo de casos que tienen inmediata derivación judicial, en este caso –en principio– con una causa penal por lesiones culposas.

Todo sucedió cuando el acusado circulaba con un Renault Fluence oscuro por Boulevard Peralta Ramos, sentido al centro de la ciudad, cuando a la altura de la intersección con la calle Castelli, salió del pavimento e impactó contra un cantero y el paredón inmediato que da a la playa.

En ese recorrido, ya fuera de control, atropelló a una joven de 20 años, que fue atendida en el lugar por un equipo del Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME).

La reacción de la gente, que presenció el hecho, fue a retener al automovilista. A pesar de los empujones, el adolescente logró subirse a su auto, muy dañado en la carrocería y motor, y alejarse unos pocos metros hasta que fue detenido por personal policial.

El adolescente quedó aprehendido a disposición de la una fiscalía del fuero de responsabilidad penal juvenil, informaron fuentes de la investigación.

El video donde el adolescente protagonizó el despite y accidente en Playa Chica

Este despiste se suma a otros que se habían dado en esa zona durante los últimos meses. Los tres anteriores terminaron con automovilistas y sus vehículos en caída libre contra las rocas, a metros del mar.

El último correspondió a un joven que, acompañado por amigos que filmaron toda la secuencia, viajó a alta velocidad desde Playa Grande y se despistó a la altura de Cabo Corrientes. “Si nos matamos, nos matamos”, decía, conocedor del riesgo de la maniobra que emprendía.

En ese caso se abrió también una causa judicial y, como ya dispuso el gobierno municipal para este tipo de casos, los responsables deben pagar la reparación de daños causados al espacio público.