Se trata del policía que ayudó a plantar el arma en el auto en que viajaban Lucas y sus amigos.
El oficial de la Policía de la Ciudad detenido el sábado pasado tras ser señalado por un principal de la fuerza porteña como quien ayudó a plantar el arma que se secuestró en el auto en el que iba Lucas González será indagado este lunes por el encubrimiento del homicidio del joven de 17 años.
Se trata del oficial Facundo Matías Torres, quien será interrogado a partir de las 10 en la sede de los tribunales porteños, ubicados en Talcahuano 550, por la jueza Vanesa Peluffo, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional 7, y por el fiscal Leonel Gómez Barbella, quien instruyó la causa por el crimen del adolescente.
La fiscalía le imputa al policía la coautoría de los delitos de “falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas” en perjuicio de los tres amigos de Lucas.
Torres, alias “Cachorro”, fue involucrado en la causa el jueves último por el principal de la Comuna 4D Héctor Claudio Cuevas (50), detenido y sometido a juicio por los mismos delitos, quien al pedir declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 lo señaló como uno de los policías que ayudó a plantar el arma en el auto en el que iban los chicos con el fin de simular un enfrentamiento con supuestos delincuentes.
De acuerdo a la declaración de Cuevas, ese día Torres arribó a la escena del crimen en una moto y colaboró con el oficial Gabriel Alejandro Issasi (41), uno de los tres policías acusados del homicidio de Lucas, en la maniobra de encubrimiento.
Siempre de acuerdo a su relato, Issasi fue quien “tira el arma” en la parte trasera del vehículo, luego de que otro de los policías enjuiciados, el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), le dijera “anda a poner eso”.
Luego, dijo Cuevas, la misma persona se acercó hasta la parte trasera del Volkswagen Suran -en el que iban Lucas, Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga (19), y Niven Huanca (19)-, que estaba abierto y “tira el arma”.
Ante la declaración del principal, se solicitó a la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad informes sobre la geolocalización de la moto del efectivo Torres y de su celular para chequear los datos aportados por el principal arrepentido, lo que arrojó información de que ese policía efectivamente se desplazó por la zona en donde se produjo el crimen y también se dirigió ida y vuelta a la Comisaría Vecinal 4D, donde se cree que se apoderó de la réplica de pistola que luego fue plantada.