El remisero, de 33 años, recibió una puñalada en el tórax. Se había peleado con un motociclista pero lo habría matado el padre de este. No hay detenidos 

Un remisero de 33 años fue asesinado de una puñalada tras un incidente de tránsito con un motociclista que lo siguió hasta su propia casa de la localidad bonaerense de Gerli, partido de Avellaneda. Su tía, en tanto, también terminó con cortes en su cuerpo y, pese a la gravedad de lo sucedido, hasta el momento no hay personas detenidas aunque sí dos identificados, que serían padre e hijo, informaron hoy fuentes policiales.

Aunque se dio a conocer hoy, todo ocurrió a las 18.30 del sábado y tuvo como víctima a Alan Osvaldo Lipovsky (33). El joven remisero estaba trabajando con su auto Chevrolet Corsa en una remisería cercana a su domicilio y, como tenía ganas de ir al baño, fue para allá. Antes de llegar tuvo un inconveniente con un sujeto que iba a bordo de una moto, en el cruce de las calles Crisólogo Larralde y Florencio Varela. 

Asesinaron a un remisero tras una pelea de tránsito
Alan Osvaldo Lipovsky, la víctima

La madre del remisero contó que quien conducía el rodado “venía haciendo piruetas o manejando raro” y cuando su hijo lo pasó el otro “le hizo como señas o guiños”, pero él “no le dio importancia y siguió”.

Alan estacionó poco después en la puerta de su hogar en la calle General Paz al 1600 y entonces descubrió que el motociclista lo había seguido. De acuerdo al testimonio de la progenitora ante C5N, “comenzó a agredirlo” y cuando se bajó del coche se agarraron a trompadas

Asesinaron a un remisero tras una pelea de tránsito
El remisero tenía 33 años

“En un momento, (el imputado) amagó como que iba a sacar un arma y mi hermana, que estaba en la calle en ese momento, se abalanzó sobre él y lo empezó a golpear. El muchacho de la moto se fue y pensé que todo había terminado ahí”, dijo la mujer. Entonces su hijo fue al baño y unos 10 minutos después ella vio que por la calle De la Serna se acercó alguien que se abalanzó sobre su hermana, María Fleitas, a quien agredió con un arma blanca en la cabeza.

“Ella no ve de un ojo y pensó que era un fierro. Puso su mano y atajó los golpes. Mi hijo cuando vio eso se abalanzó sobre el hombre, no sé si le vio el puñal o quiso defender a su tía. Tiró una patada y ahí le asestaron una puñalada”, tras la cual el criminal escapó “corriendo”. 

La madre contó que ella corrió detrás del agresor y vio que se subió “a una camioneta tipo Trafic”, pero que luego escuchó que su hijo le gritaba: “Mamá, me dio un puntazo, llevame al médico”.

Asesinaron a un remisero tras una pelea de tránsito

Añadió que “subió al auto con sus últimas fuerzas y se desvaneció sobre mí. Así manejé hasta el hospital Fiorito. Su vida se fue y me quedé sola para siempre, no tengo a más nadie en la vida”. Una vez que llegó al centro de salud se constató que había recibido una puñalada en la zona intercostal izquierda. 

Su madre indicó que fueron dos personas las que se dirigieron a su casa y que por lo que le dijeron serían “padre e hijo”, y destacó el trabajo de la policía. Sin embargo reclamó más trabajo por parte de la fiscal a cargo de la causa, Alejandra Olmos Coronel, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Avellaneda.

“Me robó la vida de mi hijo, quiero justicia. Quiero que se muevan, quiero que esta gente pague”, agregó, y aseveró que por lo que luego le contaron los vecinos el autor del crimen “dejó inválida hace dos años a otra persona y estaba libre”.

En tanto, Fleitas terminó con “diez puntos en la mano y cortes en su cara y en la cabeza”.