Los ocho rugbiers que asesinaron a golpes a Fernando Báez Sosa podrían terminar en la cárcel de Campana. Por lo pronto, siguen aislados de la población carcelaria
Los ocho rugbiers que asesinaron a Fernando Báez Sosa en la puerta de un boliche de Villa Gesell en enero de 2020 regresaron tras escuchar la condena a la Alcaldía del penal de Melchor Romero, donde permanecieron los últimos tres años. Ahora, esperan ser trasladados a una cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), aunque todavía se desconoce cuál, informaron fuentes de la investigación.
Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Luciano Pertossi (21), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (23) regresaron el lunes a la tarde a la Alcaidía 3 emplazada en las afueras de la ciudad de La Plata, la misma en la que cumplieron la prisión preventiva hasta el inicio del juicio por el asesinato de Fernando.
“Por el momento están en las mismas celdas que antes, nada cambió“, dijo a Télam una fuente de la pesquisa. Allí permanecen aislados, en cuatro celdas con capacidad para dos personas y sin tener contacto con el resto de la población carcelaria, por cuestiones de seguridad.
Si bien ayer ninguno de los ocho rugbiers pidió algún tipo de asistencia psicológica y pasaron una noche normal, este martes tanto Thomsen como Ciro Pertossi solicitaron asistencia psicológica y psiquiátrica.
Un portavoz señaló que los rugbiers “tienen un buen comportamiento y un buen trato con el personal penitenciario que los controla. Son muy solidarios”. El jueves serán visitados por sus familiares, como lo hacían antes del juicio.
En general, se les permite la visita de dos familiares por detenido que aprovechan para llevarles alimentos, ropa y libros o revistas para que puedan entretenerse.
LES BUSCAN UNA CÁRCEL
Ahora, el Servicio Penitenciario provincial trabajaba en determinar a qué penales podrían ser trasladados los rugbiers, ya que “es inviable que permanezcan en la Alcaidía de Melchor Romero” porque es un lugar de encierro en el que los presos solo pasan unos días hasta que son derivados a un pabellón.
Una de las posibilidades es que la defensa pida el traslado de los ocho al penal de Campana, ya que estarían cerca de sus familias, en la ciudad de Zárate. El tema que deben analizar en el SPB es la cuestión de hacinamiento que existe en mucho de los penales, y el de Campana no escapa a esa situación, dijo una de las fuentes consultadas.
Se supo que las 52 cárceles Bonaerenses están sobrepobladas y hay hacinamiento, ya que hay 52.000 detenidos con una capacidad para 30.000.