El caso ocurrió en el partido bonaerense de San Miguel. El niño se escapó de su casa y estuvo cerca de 15 minutos desaparecido hasta que un vecino lo encontró en shock.
Un nene de 3 años desapareció misteriosamente en el partido de San Miguel y una cámara de seguridad de un supermercado de la zona registró una escena escalofriante que cambió el rumbo de la investigación. En las imágenes se ve el momento en el que un depredador sexual secuestra al menor y lo somete sexualmente en la calle.
El sospechoso por el ataque es un hombre de 60 años que fue identificado y detenido por la Policía Municipal de San Miguel que hizo un minucioso análisis de las cámaras de seguridad que funcionan en la zona, según publica el sitio Perfil.com.
El caso ocurrió el sábado 4 de septiembre pasado a la 1 de la madrugada. La mamá del nene fue hasta el kiosco de su barrio y, sin que su marido lo advirtiera, el menor salió de la casa a buscarla.
No pasó mucho tiempo. Apenas cinco minutos después, cuando la mujer regresó a su domicilio, la pareja se dio cuenta que el niño no estaba y enseguida iniciaron una búsqueda desesperada.
Según fuentes policiales, un vecino encontró al nene llorando a unas cuadras y lo consoló hasta que finalmente llegaron sus papás.
A la mamá del menor le llamó la atención la distancia que había realizado el chico y el tiempo que estuvo perdido. A la mañana siguiente fue hasta un supermercado cercano y pidió ver las cámaras de seguridad. Lo que vio fue realmente impactante.
En el video aparecía un hombre llevando en brazos a su hijo y atacándolo sexualmente. Con la intervención de la Justicia, los investigadores comenzaron a buscar pistas en otras cámaras para dar con el depredador sexual.
En otras filmaciones, por ejemplo, vieron cómo el nene corría sin rumbo y cruzaba la calle desesperado después de haber sido víctima de un ataque sexual. También pudieron ubicar la zona en la que vivía el posible autor.
De acuerdo a las fuentes, el supuesto abusador fue detenido por la policía municipal este lunes 6 de septiembre en su casa de las calles Marco Sastre y Granaderos a Caballos, en San Miguel.
El sospechoso, que no tiene ningún vínculo familiar con la víctima ni con su familia, se llama José Luis González y aparentemente no tendría antecedentes por ataques sexuales, algo que llamó la atención de los investigadores.
En su casa secuestraron las mismas prendas de vestir que llevaba puestas al momento de cometer el abuso: una campera de cuero negra, un jean azul, un cinturón marrón y zapatos oscuros.