Se llevaron a cabo 15 registros para desarticular una célula de la Mafia China. Hay cuatro personas detenidas. También se secuestraron dos rifles
La Mafia China en Argentina sufrió un fuerte golpe en las últimas horas, cuando se llevaron a cabo múltiples allanamientos, se incautaron importantes elementos de valor y hasta una granada, y se detuvo a cuatro integrantes, a quienes acusan de extorsionar a comerciantes, informaron esta tarde fuentes policiales.
La investigación, de acuerdo a los voceros, comenzó cuando dos jóvenes de nacionalidad argentina fueron demorados con cartas extorsivas en su poder, en las inmediaciones de un supermercado chino. Se les secuestraron los celulares que llevaban y en ellos se descubrió que ambos respondían a dos ciudadanos pertenecientes a la Mafia China.
Ante eso, la jueza de la Nación, Paula González, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional Nro. 40, ordenó más de quince allanamientos en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, materializados el miércoles por los detectives de la División Antifraude de la Superintendencia de Investigaciones Federales.
Se logró secuestrar una importante cantidad de celulares, dos rifles de aire comprimido, municiones, chalecos antibalas, inhibidores de señales, más de 40 tarjetas sim, documentación, máquinas contadoras de billetes, carteles con el logo de la mafia e inclusive una granada de guerra y otra de humo. “Muchas de esas cosas servían para amedrentar a sus víctimas”, contó un pesquisa.
Ante la presencias de las granadas, se tuvo que convocar a la División Explosivos, quienes manipularon los artefactos “bajo rigurosos protocolos”, explicaron. En tanto, se logró la captura de cuatro individuos, todos de nacionalidad china, y parte de la banda que se dedica a extorsionar supermercadistas chinos. Todos fueron trasladados al Departamento Central de la Policía Federal Argentina (PFA).
“Los documentos incautados están siendo analizados, y se presume que contienen los listados de los supermercados que abonan mensualmente sumas de dinero a cambio de no ser víctima de daños, lesiones y otras agresiones”, aseveraron los portavoces.
Se sospecha que los imputados forman parte de la facción de la mafia denominada A.C., conocida por su violento e histórico accionar dentro de la comunidad oriental instalada en nuestro país. Siempre usan el mismo modus operandi: redactan notas extorsivas, exigiéndoles fuertes sumas de dinero a supermercadistas y comerciantes a cambio de brindarles “protección”.
Luego de eso, si no obtienen lo que buscan, arrancan las agresiones físicas, bien dañando los locales o atacando a los damnificados con diferentes armas.
Los pesquisas investigan si los miembros de la organización A.C. vienen de la ya extinguida PI XIU, otra mafia desarticulada por la PFA.