El estudio de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Pfizer y BioNTech en la fase 1/2 halló niveles de anticuerpos más altos que en los pacientes que se han recuperado del Covid-19, con algunos efectos secundarios.

La candidata a vacuna de la Argentina desarrollada por Pfizer y BioNTech demostró inducir una robusta respuesta inmunológica en un ensayo clínico preliminar realizado con 45 adultos sanos de 18 a 55 años. Estos resultados fueron publicados hoy en la revista académica Nature, y fue replicado por varias agencias de noticias internacionales.

La BNT162b1 es la más prometedora de las cuatro vacunas desarrolladas por la farmacéutica estadounidense Pfizer y la empresa alemana BioNTech, todas ellas basadas en el ARN mensajero para provocar una respuesta inmunológica en el cuerpo de los seres humanos. Este tipo de candidatas a vacunas son las que se consideran generalmente seguras y han facilitado el rápido desarrollo de vacunas contra el SARS-CoV-2.

Según los datos provisionales del estudio clínico en fase 1/2, realizado para evaluar la seguridad, tolerabilidad e inmunogenicidad de la vacuna, la BNT162b1, que se administra por vía intramuscular, fue testeada en 45 adultos sanos (23 hombres y 22 mujeres no embarazadas; 37 participantes eran de raza blanca) de 18 a 55 años de edad. Se espera que las nuevas fases incluyan poblaciones mucho más diversas, teniendo en cuenta que las minorías han sido más afectadas por la pandemia.

Los autores constataron que el BNT162b1 era, por lo general, bien tolerado, aunque algunos participantes experimentaron efectos secundarios de leves a moderados en los siete días siguientes a la vacunación, que aumentaron con el nivel de la dosis. Las reacciones adversas se presentaron eb firna de dolor local en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, fiebre y trastornos del sueño.

No obstante, la vacuna provocó una respuesta inmunológica robusta en los participantes, que aumentó con el nivel de la dosis y con una segunda dosis. Los niveles de anticuerpos neutralizantes de los participantes fueron de 1,9 a 4,6 veces más altos que los de los pacientes que se recuperaban de la infección por el SARS-CoV-2.