Vizzotti volvió a defender el cierre de escuelas y expresó su preocupación por la ocupación de camas. Además adelantó qué pasará con las restricciones

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, explicó este jueves que los contagios de coronavirus no van a disminuir pese a las restricciones implementadas por el presidente Alberto Fernández para detener el impacto de la segunda ola. La funcionaria sostuvo que la situación es crítica respecto al número de casos, luego de que el miércoles la Argentina superara los 60.000 muertos por Covid y registrara 25.932 nuevos casos.

“A diferencia de la primera ola y la situación del aumento de casos de diciembre, es que estamos con temperaturas más bajas que favorecen los contagios y están aumentando las variantes que impactan en la dinámica de transmisión”, explicó en declaraciones a radio Con Vos. También aseguró que, pese a las medidas tomadas en los últimos días, no se ha conseguido bajar los casos, que la meseta continúa siendo alta y que el aumento preocupa al Gobierno.

“No creo que tengamos la expectativa de disminuir como en diciembre. Sí dejar de aumentar. Debemos bajar el numero de casos, avanzar con la vacunación y evitar la mortalidad”, agregó. Vizzotti también expresó su preocupación por la ocupación de las camas de terapia intensiva en el AMBA, luego de que el Ministerio de Salud porteño informara del 71,1% y el día después de la reunión del gobernador Axel Kicillof con los dueños de las empresas de medicina prepaga, para coordinar el sistema de salud.

“Estamos viendo que la ocupación de camas de terapia es muy rápida. En caso que desborde el sistema de salud y que no se pueda dar respuesta, esto va a tener un impacto directo en aumentar la mortalidad y en no poder presentar cuidado a otras patologías”, advirtió Vizzotti. Todo hace suponer que podrian cambiar las restricciones. Vizzotti apuntó al Gobierno porteño y le pidió a sus autoridades que la “situación política” no debe estar en el centro de la escena, como así tampoco “judicializar medidas“.

La referencia es a la disputa que mantiene Horacio Rodríguez Larreta con Alberto Fernández respecto a las clases presenciales, conflicto que ahora está en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La ministra también se metió en esa disputa, pese a que el mismo día del anuncio presidencial había dicho que los contagios no se daban en el aula, al igual que su par de Educación, Nicolás Trotta.

“En un lugar como la Ciudad donde ha tenido la mayor incidencia de casos, más mortalidad por millón de habitantes en Argentina, donde la circulación y dinámica de transmisión tiene la complejidad de los grandes aglomerados urbanos, estábamos evaluando el riesgo colectivo de circular y que las clases presenciales aportan un numero importante de personas que circulan”, manifestó.

Por eso, agregó, se tomó la decisión “transitoria y localizada” de interrumpir la presencialidad, con el objetivo de disminuir la “velocidad” de los contagios en la Ciudad. “Si logramos ralentizar el numero de contagios, que termine la tensión del sistema de salud, que no siga aumentando, la idea es que las medidas sean lo mas cortas posibles. Tenemos que ir analizando día a día la velocidad de casos, como se comporta la curva. Pero no depende solo de las medidas”, dijo en cuanto a la responsabilidad de la sociedad en su cumplimiento.