Come From Away, un mundo sin fronteras

Come From Away cuenta la historia real de 7 mil pasajeros provenientes de todas partes del mundo que permanecieron varados durante cinco días en un lejano pueblo de Canadá. Un musical que inspira e ilumina lo mejor que podemos ser como seres humanos. La adaptación de Carla Calabrese (también directora) y Marcelo Kotliar al texto de Irene Sankoff y David Hein es maravillosa. Si bien la historia es dramática, en varios pasajes del musical hacen que la sala se convierta en una fiesta.

Con una puesta espectacular, y un elenco que desborda de talento, Come From Away va camino a ser lo mejor del año en materia de musicales. Desde el trabajo consagratorio de Edgardo Moreira (sí, pese a tener una increíble carrera en el mundo del espectáculo), hasta la revelación total que hace Argentino Molinuevo, pasando por históricos del género que nunca defraudan como Marisol Otero o Manu Victoria, engalanan el Teatro Maipo. Se cae de maduro pero la banda de sonido es otro punto fuerte del show.

Come From Away

Ni hablar de la participación de Gabriela Bevacqua, otro estandarte del musical, o Agustín Pérez Costa, también entendido en la materia que conmueve con su interpretación. Al igual que Pablo Sultani, sinónimo de comedia musical de toda la vida que se entrega en cuerpo y alma. Poco se puede agregar a la sola presencia de Mela Lenoir arriba de un escenario, o a la entrega de Pato Witis, Silvina Nieto, Silvana Tomé, Fernando Margenet, Sebastián Holz, Lali Vidal, Fátima Seidenari, Luli Asad, y la propia Calabrese.

La banda en vivo es simplemente perfecta. Cada uno de los músicos tiene su destaque, y en el aplauso final el público se los agradece. Ellos son Santiago Rosso (dirección musical/piano/acordeón), Santiago Molina (flauta irlandesa/tin whistle/gaita irlandesa), Maximiliano Cataldi (batería), Natacha Tello (violín), Mariano Sáenz Tejeira (bodhrán/percusión/ugly stick), Paula Solange Morales (bajo eléctrico/bajo acústico/fretless), Pablo Mengo (Guitarra Eléctrica/Acústica/Nylon) y Luis Lattanzi (mandolina/guitarra).

Come From Away
Fotos: Gaby Machado.

La felicidad con la que salís es de la sala es exactamente proporcional al bien que te hace este musical. No hay margen de error para no identificarse con algún personaje en un determinado momento, y es para destacar la versatilidad de los intérpretes ya que todos personifican a más de un rol durante la función.

Para los apasionados del género musical, no falla; para quiénes siguen a estos artistas, menos. Pero sobre todo es un espectáculo para quiénes nunca vieron algo similar, porque todos van a salir del teatro con la satisfacción de ver un producto de calidad, con unos artistas inmensos, y orgullosamente adaptado en Argentina.