Así es El Huemul de la Patagonia
El teatro Politeama le da vida a un fantástico cuento llamado “El Huemul de la Patagonia“, de Silvio Falasconi, bajo la dirección de Ruben D´Audia y su propio autor. El protagónico de Fran Andrade es un lujo desde el inicio hasta el final. El artista se entrega en cuerpo y alma para que toda la familia pueda disfrutar de un show donde por fin, no se les habla a los nenes como si no entendieran, sino que aparecen guiños para los más grandes, y también latiguillos conocidos para que se entretengan los adultos.
La puesta en escena es muy colorida, dinámica y ambiciosa. Una banda en vivo canta durante la hora de espectáculo con Dramantino, Fabio La Pietra y Luli Lizondo en escena. Las coreografías de Ana Izaguirre se lucen gracias al trabajo de los bailarines Sofía Cerruto, Rodrigo Alejandro Farias, Leandro Paul Castro y Lucrecia Perdiguero. Completan el elenco haciendo un trabajo espectacular Dolores Riera, María Victoria Fellipini, Manuel Fernández, Sol Scarso, Dino Altobelli, Franco Orono y Carlos Issa.
La música es un imán para los más chicos, que se levantan de sus butacas durante la función para bailar juntos en el pasillo, y ser testigos de la historia. Siempre se dice que los niños son un público que te elije o no te elije, no hay grises; y en la historia de El Huemul hay unanimidad. La trama indica que el animal se escapa del bosque de la montaña para visitar un pueblito de la Patagonia, donde sufre la persecución de un Cazador y de una Domadora de circo. Pero el Huemul cuenta con la ayuda de la naturaleza y sus fenómenos climáticos; además de las ocurrencias de una Cachorra, un Pimpollo y una Zanahoria.
Durante la función aparecen un montón de mensajes que se quieren contar: la amistad, la magia, la alegría, la sinceridad y el amor. Hay bajadas de línea para cuidar el medio ambiente, para elegir el camino del bien, y para caminar en compañía. El Huemul de la Patagonia es un excelente plan para las vacaciones de invierno donde además de disfrutar de un gran espectáculo, se pueden inculcar valores que no siempre abundan.