Volvió a declarar el asistente del director, quien reconoció ante los investigadores que no había revisado el arma homicida
La pesquisa por el accidente durante el rodaje de la película “Rust”, donde el actor Alec Baldwin mató de un tiro a la directora de fotografía, sigue su curso y en las últimas horas se conoció una impactante revelación que marca a las claras la negligencia llevada a cabo por participantes del filme.
El asistente del director del largometraje, David Halls, les reconoció a los investigadores que no había revisado el arma que gatilló Baldwin y con la que terminó asesinando a su compañera, para constatar que no tuviera municiones reales antes de dársela al intérprete, informó la prensa internacional.
Halls fue una de las pocas personas, junto a Baldwin, que manipuló el arma en los momentos previos al disparo accidental del jueves pasado que terminó con la vida de Halyna Hutchins e hirió también al director del filme, Joel Souza.
Si bien ya había declarado que el arma era una “pistola fría” (sin municiones reales) antes de dársela al actor, de la declaración presentada este miércoles surgieron nuevos detalles.
Según el sitio especializado Variety, Halls reveló ante los pesquisas que no se detuvo a revisar el cargador ya que pensó que contenía balas de mentira.
“Cuando Hannah (la responsable de las armas del set) le mostró el arma de fuego antes de continuar con el ensayo, solo recordaba haber visto tres municiones”, de acuerdo a lo que se desprende de la declaración jurada que reconstruye los dichos de Hall en el marco de la investigación, que continúa en curso.
Mary Carmack-Altwies, fiscal de distrito local, dijo ayer en una conferencia de prensa que “es demasiado pronto para decir si se presentarán cargos”, mientras que fuentes calificadas puntualizaron que “Halls reconoció que debería haber revisado todas las armas, pero no lo hizo, y no podía recordar si ella hizo girar el tambor”.
De lo que se reconstruyó sobre el momento del disparo, se sabe que al momento del ensayo, sin cámaras encendidas, Baldwin ya estaba vestido con ropa de film y permanecía acompañado con Souza, Halyna Hutchins y algunos otros integrantes de la película.
Halls sacó entonces una pistola de utilería de un vehículo estacionado fuera de la iglesia y gritó “¡arma fría!”, lo que indica que estaba descargada. Luego, se la entregó al actor, quien estaba sentado en un banco de la iglesia frente a la cámara y al equipo.
La escena requería que Alec disparara hacia la cámara, y cuando lo hizo, se escuchó un estallido fuerte, y luego Hutchins comenzó a agarrarse el estómago y a decir que no sentía las piernas, mientras que el director notó que había sangre en su hombro.