El gobierno de Bolivia continúa investigando sobre el golpe de Estado contra Evo Morales. Ya acusó a Ecuador y Argentina de enviar armamento y material antidisturbios, y ahora investiga el rol de Chile y Brasil

El Gobierno de Bolivia continúa investigando qué sucedió en el golpe contra Evo Morales de 2019. Hoy, desde el Gobierno boliviano revelaron que actualmente investigan si Chile y Brasil tuvieron alguna participación en las protestas del 2019 que sirvieron de antesala para el golpe de Estado contra Evo Morales, después de acusar a Ecuador y Argentina de enviar armamento y material antidisturbios.

“Se está observando, se va a investigar cuáles son las relaciones que hayan podido existir en ese momento en ayudas y coadyuvaciones (contribuciones) desde Chile y desde Brasil”, explicó el vocero gubernamental Jorge Richter, en referencia a los Gobiernos de Sebastián Piñera y Jair Bolsonaro, respectivamente.

Richter habló por una radio de los sindicatos de cocaleros sobre las denuncias del canciller Rogelio Mayta, hace una semana, contra el expresidente argentino Mauricio Macri. Macri fue acusado de haber ayudado con armas y municiones al Gobierno de facto de Jeanine Áñez, que por entonces reprimía las protestas de los partidarios del expresidente Morales, obligado a renunciar.

El actual presidente de Bolivia, Luis Arce, afirmó en los últimos días que en octubre y noviembre de 2019 se gestó un golpe de Estado contra Evo Morales y que esa iniciativa fue apoyada por varios Gobiernos y ONG estadounidenses. Según Richter, el Gobierno de Arce espera que la Fiscalía argentina pueda ayudar a esclarecer el rol de Macri, quien rechazó las acusaciones.

En junio, el Gobierno boliviano también responsabilizó al entonces presidente ecuatoriano Lenín Moreno de haber despachado a Bolivia “munición de guerra” y equipos antimotines. Una investigación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estableció que en las protestas de fines de 2019 se registraron al menos 35 muertos, la mayoría en las masacres de Sacaba y Senkata.

Una comisión especial en el Parlasur para investigar qué sucedió

Además, esta tarde también se confirmó que en el Observatorio de la Democracia del Parlamento del Mercosur (Parlasur) se creará un comité de investigación para colaborar con las indagaciones que se llevan a cabo sobre el golpe de Estado que en noviembre de 2019 derrocó a Evo Morales en Bolivia. Esto fue confirmado por el argentino Óscar Laborde, quien preside dicho Observatorio.

“Junto con la Comisión de Derechos Humanos del Parlasur vamos a conformar una comisión en la que analizaremos la información que tenemos sobre las maniobras que antecedieron al golpe del 10 de noviembre de 2019 y todo lo que sucedió después”, señaló Laborde en declaraciones a Télam.

La Comisión de Ciudadanía y Derechos Humanos del Parlasur analizó las denuncias sobre envío de material represivo desde Argentina a Bolivia durante el golpe de Estado de 2019, en una reunión virtual en la que varios expositores dieron detalles sobre lo ocurrido y de las causas judiciales en marcha.

Bolivia golpe

Laborde aseguró que con la información que se reunió este viernes sobre el envío de esos materiales, “más otros elementos que se aportaron”, se puede iniciar una investigación para colaborar con las autoridades bolivianas para determinar si el golpe que derrocó a Morales contó con apoyo externo.

“El Parlasur tomará esto de manera profunda y seria. Sospechamos que hubo gobiernos de la región que colaboraron antes y después del golpe, para que se consolidará. La idea es producir un dictamen y que se trate en el recinto. Vamos a trabajar sin plazos”, indicó Laborde.

“Además de las armas que llegaron, hubo reuniones en embajadas antes del Golpe, llegaron dos agregados de inteligencia de Argentina a Bolivia y se detectaron movimientos del avión presidencial que llevaba a Jeanine Áñez por el espacio aéreo brasileño, todo en esos días de noviembre, y creemos que se puede avanzar”, apuntó el parlamentario argentino.

Laborde recordó además que, para el Parlasur, lo que sucedió en Bolivia en noviembre de 2019 se trató de un golpe, porque “Evo Morales fue forzado a renunciar, y así lo declaró el cuerpo en una sesión que se produjo un día después de la asonada”.