El informe preliminar forense reveló que el cuerpo del futbolista presentaba una lesión de arma de fuego en el cráneo que le provocó una hemorragia meningoencefálica. Además, tenía un surco en el pómulo derecho de una segunda bala.

El cuerpo de Lucas González, el futbolista juvenil que fue asesinado el miércoles pasado en el barrio porteño de Barracas, fue sometido a la operación de autopsia.

El estudio forense comenzó esta mañana a las 8 y reveló que el cuerpo presentaba una lesión de arma de fuego en el cráneo que le provocó una hemorragia meningoencefálica y que tenía además un surco en el pómulo derecho de una segunda bala.

La autopsia, según pudo saber News Digitales, fue ordenada por el fiscal Leonel Gómez Barbella, quien está a cargo de la investigación, y en las últimas horas solicitó el arresto de los tres policías porteños implicados en el caso, el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial Juan José Nieva

Además, el fiscal pidió las declaraciones indagatorias de los tres acusados y dictó el secreto de sumario del expediente.

Gómez Barbella no hizo lugar a los pedidos de eximición de prisión solicitados por los abogados de los imputados, Alfredo Olivan y Martín Calvet Salas.

Para los investigadores los imputados “tergiversaron los hechos al momento de informarlos a la autoridad judicial para mejorar su situación procesal“, y además que “estando en libertad, los policías pueden “amedrentar y hostigar a testigos y familiares, mas aún conociendo los pormenores de un proceso penal por la función propia”.

Las fuentes informaron además, que hasta el momento, no se obtuvieron resultados de otras pericias realizadas.

Hoy, el fiscal Gómez Barbella, llamó a la madre de Lucas para contarle todo lo que hizo hasta el momento y además le solicitó a la Dirección de Asistencia a la víctima de la Procuración General de la Nación que contenga a la familia.

Los acusados se desempeñaban en la brigada de Sumarios e Investigaciones de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, y todos quedaron acusados por el delito de “homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones”.

Inicialmente, la investigación recayó en el Juzgado de Menores N°4, que encabeza el juez Alejandro Cilleruelo, y la Fiscalía de Menores N°3, a cargo de María Fernanda Poggi.

Tras una serie de medidas solicitadas por la fiscal, el juez Cilleruelo sobreseyó a los amigos de Lucas por considerar que no cometieron ningún delito y declinó competencia en favor del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°7 para que investigue el accionar de los efectivos policiales.