Lo que para muchos es casualidad, la ciencia lo explica como un comportamiento psicopático. Los detalles.
Fue la tercera en discordia en la relación de Pampita con Benjamín Vicuña. Comenzó con un romance con Nicolás Cabré mientras se estaba separando de Eugenia Tobal quien había perdido un embarazo hacía poco tiempo. Ahora, la China es noticia por estar involucrada en la ruptura entre Wanda Nara y Mauro Icardi. Desde la psicología este comportamiento tiene una explicación: Síndrome de Fortunata, conocido popularmente como la “atracción por el hombre prohibido”.
El problema entonces sería debido a un sentimiento incontrolable de atracción por los hombres casados. Según una investigación psicológica, Eugenia “La China” Suárez por su compartimiento y conductas repetitivas padecería del “Síndrome de Fortunata”. Se trata de una patología o un cuadro psicopatológico que se centra en la dependencia emocional que ciertas mujeres tienen hacia hombres casados con una fuerte dependencia hacia la persona en cuestión.
Es un fenómeno social que, en la mayoría de los casos, tiene síntomas como los rasgos de ansiedad, la baja autoestima, trastorno de la personalidad y sentimientos ambivalentes. “Desde el punto de vista de la mujer, el amor explica la atracción y no se da cuenta del papel que pueda tener el hecho de estar soltera para explicar la mutua atracción; la mujer parece pensar sencillamente que ‘ha sido una desgraciada y una lamentable coincidencia el hecho de que el hombre del que se ha enamorado esté ya casado’”, sostiene Engelflügel Tuch, autor de una investigación lanzada en 2002.
¿De dónde surge el término? El escritor español Benito Pérez Galdós, en una de sus novelas más populares, “Fortunata y Jacinta”, hace referencia con precisas descripciones psicológicas sobre los devenires afectivos y las manías de su protagonista han permitido inspirar lo que hoy se conoce como “el síndrome de Fortunata”. “Tu marido es mío y te lo tengo que quitar… Pinturera… santurrona… ya te diré yo si eres ángel o lo que eres… Tu marido es mío; me lo has robado… como se puede robar un pañuelo. Dios es testigo, y si no, pregúntale… Ahora mismo lo sueltas o verás, verás quién soy…”, reza la pieza literaria.
Según la publicación “La mente es maravillosa”, el síndrome de Fortunata no puede ser considerado un trastorno o una enfermedad, sino que se trata de una condición relativamente anómala que aqueja a algunas mujeres. La mujer inmersa en esta situación experimenta un sentimiento de amor muy fuerte, incondicional y profundo hacia un hombre que ya está casado. Extrañamente no es capaz de sentir atracción por otros hombres y se muestra siempre dispuesta a hacer cualquier cosa por ese hombre que ama.
Además la mujer involucrada está convencida de que la vida carece de sentido sin ese hombre comprometido al que ama con locura. También siente que tiene “derecho” a ese hombre, que es justo el que la prefiera a ella. Frente a las mujeres dejadas por el hombre comprometido que ahora tiene su atención, la víctima de este síndrome tiene ambigüedades siendo a veces empática o todo lo contrario.
La psicóloga Mariana Verdiglione, según la Revista Para Ti, define que este tipo de actitudes sin analizar el caso particular de la China ya que no es su paciente, indica que se trataría de un comportamiento psicopático. “No le importa nada del otro, solo le lo que ella quiere. Tiende a victimizarse y a limpiarse de la culpa… A desentenderse de la situación, miente y manipula”, dijo. “No siente empatía por el otro, no le importa nada más que su objetivo. pareciera encontrar el placer y el goce en la búsqueda de lo prohibido: un hombre casado”, sentenció.