La enfermera aprovechó que la jubilada dormía y le quitó una joya, que luego vendió en $44.000. Fue presa por unas horas. Ocurrió en La Plata
Una enfermera le robó el anillo a la anciana que cuidaba en una casa de La Plata y si bien fue detenida, horas después recuperó la libertad, informaron este viernes fuentes policiales.
El hecho quedó registrado en una cámara de seguridad que hay en la propiedad pero, pese a eso, la enfermera negó el suceso y culpó al perro de la mujer que estaba cuidando.
La víctima fue Elsa Haydeé Russo, de 89 años, y la implicada fue nada menos que su enfermera, quien llevaba cuidándola un año y medio.
El hecho tuvo lugar alrededor de las 3 de la madrugada y, gracias al video que registró la escena, se supo que la enfermera se acercó a la jubilada y le agarró la mano. A continuación le sustrajo la alianza y fue el hijo de Elsa, Gustavo Edgardo Muñoz (63) quien descubrió el hurto.
En diálogo con el programa Nosotros a la mañana, el hombre explicó que la enfermera responsabilizó a León, el perro de la familia. “Le dijo a la señora que la cuida a la mañana que se fije porque tal vez se lo había tragado León, el perro, y que quizás cuando defeque lo encuentra”.
Como el día de la desaparición de la joya era el previo a la renuncia de la enfermera -que tampoco se presentó a trabajar en su última jornada-, Gustavo sospechó y entonces revisó las cámaras, que había instalado hace unos meses, después de haber sufrido hechos similares por parte de otras cuidadoras. “Me puse a buscar en las cámaras a ver si encontraba algo porque ya faltaban los anillos. Llego a ver el video a las tres de la mañana, prestándole atención a sus manos y veo que le saca la alianza”, narró.
Y agregó: “Lo que más me impresionó es que la quedó mirándola fija a ver si no se estaba haciendo la dormida y le fue sacando el anillo, porque ella siempre le acariciaba la mano”. Luego, se metió la joya en su guardapolvo.
Ante esto, le recriminó el robo la enfermera, pero ella se defendió diciendo que “era mentira”. Sin embargo, Gustavo averiguó que la enfermera vendió el botín en una joyería de diagonal 74 entre 54 y 55. Allí, el dueño dijo que había comprado la pieza en $44.000 pero que no podía devolverla porque ya la había fundido.
La enfermera fue aprehendida pero pasó pocas horas tras las rejas, ya que recuperó rápidamente la libertad. Se le abrió una causa penal en la Unidad Funcional de Instrucción número 16 del Departamento Judicial La Plata, ante quien Gustavo le presentó todas las pruebas correspondientes.
