El femicidio de la joven brasileña dio un vuelco con la confesión del principal sospechoso. Adujo que la víctima estaba vinculada al narcotráfico y su vida corría peligro 

El femicidio de la mujer brasileña de 27 años ultimada de seis balazos en Bariloche dio un giro ya que el principal acusado que tiene la causa decidió declarar pese a que su abogado se oponía y admitió el hecho.

“No quiero defensa, quiero declarar solo. Me declaro culpable por la muerte de Eduarda Santos de Almeida. Soy el responsable”, dijo esta mañana Fernando Alves Ferreira (27), también de nacionalidad brasileña ante el juez de Garantías Sergio Pichetto, y los fiscales Gerardo Miranda y Martín Lozada, mientras se desarrollaba la audiencia donde se expusieron las pruebas en su contra y donde se le dictó la prisión preventiva por el término de cuatro meses por el delito de “femicidio y homicidio calificado por haber sido cometido con alevosía y con un arma de fuego”. 

Femicidio en Bariloche: “No quiero defensa, me declaro culpable”
Fernando Alves, el femicida

Afirmó que no planeó el crimen, pero que él “estaba en peligro” y agregó: “Perdón, pero mi vida viene primero que la de los demás”. Destacó que hizo lo que hizo “para proteger” su seguridad y la de los hijos mellizos que tuvo con la víctima, a quien vinculó con el narcotráfico. “Cuestiones de narcos y todo lo que saben ustedes. Eduarda estaba involucrada en eso”, aseveró durante la audiencia imputativa. 

En ese sentido, pidió que se periten su teléfono y el de ella para que entiendan “el peligro” que corrían su vida y la de sus hijos.

Femicidio en Bariloche: “No quiero defensa, me declaro culpable”

El hombre, quien enviudó recientemente del esposo con el que se casó en un matrimonio igualitario y con el que habían anotado como propios a los mellizos, dijo que la damnificada “no era sumisa, todo lo contrario. Quedé viudo hace siete meses. La violencia que sufríamos en la casa a partir de la llegada de Eduarda era constante. Mi prioridad eran mis hijos. Volver a Brasil no era una opción”, teniendo en cuenta que ella sí quería regresar a su país natal

Expuso que “me arrepiento de haber asesinado a alguien, claro que sí” aunque aclaró no recordar el momento exacto del femicidio.  “No sé si me van a dar cadena perpetua, pero en realidad no me importa”. Pidió “asistencia psicológica” para él, dijo que estos últimos tres días estaba viviendo en un “lugar horrible” y reiteró que nada le importaba más que la vida de sus hijos.

Femicidio en Bariloche: “No quiero defensa, me declaro culpable”
La escena del femicidio

En cuanto a ellos, solicitó que se los entreguen a su excuñada, la hermana de su ya fallecido esposo, que por lo que sabía había arribado a la ciudad de Bariloche. “Si los mandan a Brasil los están condenados a muerte”, advirtió.

La confesión se dio sobre el final de la audiencia imputativa, en la cuarta oportunidad en la que el acusado pidió la palabra, y mientras se dirimía la existencia del riesgo de fuga. Las tres anteriores, su abogado defensor Pablo Calelo logró convencerlo de que no declare, pero tras escuchar el cúmulo de pruebas e indicios que los fiscales tenían para imputarlo como autor del femicidio, sobre el final, Alves Ferreira se quebró, pidió la palabra y confesó.

Como evidencia, los fiscales mencionaron los videos de las cámaras de seguridad que por los horarios y movimientos lo incriminan. Quedó filmado cuando la madrugada del miércoles sacó a Santos de la casa del barrio Llao Llao donde vivían y quedó grabado el recorrido de su auto hacia el sitio del crimen, en Circuito Chico. También una cámara lo registró deteniéndose en la zona del puente de los Dos Moreno, donde se cree que descartó el arma homicida y donde la policía realizaba rastrillajes en su búsqueda.

Femicidio en Bariloche: “No quiero defensa, me declaro culpable”

Le dijeron, a su vez, que en su domicilio se halló una caja de municiones calibre .357 a la que le faltaban 19 proyectiles, y que un cotejo balístico confirmó que los plomos levantados en la escena del crimen coinciden en marca y calibre con las balas que tenía en su vivienda. En tanto, en su auto se detectaron manchas de sangre en la parte externa y en el baúl, y en el capot otros rastros hemáticos, pero que habían sido lavados.

Eduarda Santos fue asesinada el miércoles alrededor de las 9.20 en un sendero del acceso al mirador del Lago Escondido de Circuito Chico, a pocos metros de la ruta provincial 77 y en cercanías del turístico Puerto Pañuelo, frente al reconocido hotel barilochense Llao Llao.

Según la imputación presentada hoy, el acusado, quien convivía con la víctima en una casa ubicada a la altura del kilómetro 25 de Avenida Bustillo, se dirigió a las 0 de ese día con la mujer en su coche hasta el sitio del crimen y allí, al bajarse del vehículo, la ultimó de seis tiros con un arma de fuego calibre .357, que luego descartó. Los proyectiles le atravesaron los dos pulmones, un brazo, la cadera y otro impactó en la cara.

Para los fiscales, el hecho fue cometido mediando violencia de género, toda vez que “el imputado mantenía una convivencia con la víctima y ejerció sobre ella durante años violencia psicológica y económica”. Además, sostiene que Alves “llevó adelante un accionar frío y calculador” y tenía todo planeado para irse de Bariloche el 20 de febrero.

Al término de la audiencia, donde se definió dictarle cuatro meses de prisión preventiva, y luego de la confesión espontánea de Alves Ferreira, el juez le sugirió a las partes llegar a un acuerdo para un juicio abreviado.