Así se desprendió de la operación de autopsia. El cuerpo del hombre de 77 años estaba tirado boca abajo en el baño, con los tobillos atados
Saúl Hilu, el jubilado de 77 años asesinado en su departamento del barrio porteño de Palermo murió por asfixia provocada con una almohada, informaron hoy fuentes de la investigación, mientras que se investiga si el móvil del crimen fue un posible robo, como se sospecha.
El crimen se descubrió el pasado viernes, cuando la hija del jubilado llegó al lugar después de que la empleada que trabaja en la casa la llamara porque había encontrado el cuerpo sin vida de su patrón, en horas del mediodía y dentro en su inmueble ubicado dentro de un edificio de la calle Paunero al 2700, a una cuadra del parque Las Heras. De acuerdo a los voceros, estaba en el baño, boca abajo, maniatado en sus tobillos con una cinta de embalar transparente y la data de la muerte sería dentro de las primeras 24 horas de haberse hallado el cadáver.
“Creemos que entró con alguien conocido, porque no hay violencia en la puerta”, indicó un pesquisa con acceso a la causa, quien agregó que sí había un gran revuelo dentro, con varios cajones abiertos. Prácticamente establecido que se trató de un asalto, ahora los detectives intentan determinar si actuó más de una persona.
En el mismo día que fue descubierto el cuerpo del jubilado, personal de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad secuestró varias cámaras de seguridad del edificio y de otros espacios públicos, con el objetivo de captar a personas sospechosas en la zona y el edificio donde habitaba el hombre.
Hilu era el suegro del director de sepelios de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA) y tenía un local a unos cien metros de donde vivía.
