Familiares y vecinos del deportista asesinado por agentes de la Policía de la Ciudad se reunieron para pedir justicia una vez consumado el deceso del menor
Continúa la conmoción por el asesinato de Lucas González, el futbolista de 17 años de las inferiores de Barracas Central que fue baleado ayer en la cabeza por un efectivo de la Policía de la Ciudad y que murió esta tarde en el Hospital El Cruce, de Florencio Varela.
“Lucas era mi sobrino del corazón, lo único que le pedimos a todos es que respeten la intimidad de la familia porque está destrozada. Queremos agradecerles a todos los que están y lo único que ahora vamos a pedir es justicia por Lucas, que va a seguir en los corazones”, dijo a la prensa Emanuel, uno de los tíos del deportista en la puerta del centro asistencial, al confirmar la noticia de la muerte del adolescente.
Expresó también que no quieren “más a esta maldita policía” y que “vayan presos estos hijos de puta como tienen que ir porque ellos son los delincuentes”.
El hombre añadió que “quisieron ensuciar a cuatro nenes que venían de jugar a la pelota y terminó en esto, en la muerte de Lucas. Basta Argentina, esto se tiene que acabar. Le hablo a todos los políticos: no queremos más estas muertes de chicos que iban a entrenar, a jugar a la pelota, y que termina con dos tiros en la cabeza por cuatro policías faloperos”.
Por último, agradeció “a todos los que estuvieron porque demostraron que no eran ningunos delincuentes” ya que lo que le “pasó a Lucas pasa todos los días en la Argentina. Muestran como si fueran chorros y le meten una pistola de plástico, pasa con muchos chicos en el país”.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, había convocado a la madre del joven acribillado para esta tarde en la Casa Rosada, pero ante el deceso de la víctima, el encuentro fue suspendido.
En tanto, familiares y decenas de vecinos se manifiestan en estos momentos en el barrio porteño de Barracas, donde ocurrió el suceso la mañana del miércoles, para exigir justicia. “
A su vez, el Ministerio de Justicia y Seguridad, a través de la Oficina de Transparencia y Control Externo, inició un sumario administrativo a los tres miembros de la Policía de la Ciudad involucrados en el hecho. Mediante esta medida, se los desafectó de la función operativa y se los pasó a disponibilidad.
El incidente tuvo lugar a las 9.30 del miércoles, cuando, en circunstancias que aún son materia de investigación judicial, el adolescente y tres amigos se movilizaban en un Volkswagen Suran y, al detenerse en un kiosco situado sobre la calle Luzuriaga, de Barracas, fueron interceptados por efectivos de civil de la Comisaría Vecinal 4C quienes, según su versión, creyeron que iban a cometer un robo.
Los agentes de la fuerza dijeron que los implicados se negaron a ser identificados y que embistieron con el vehículo a dos efectivos, para después escapar. Se inició así una persecución a los tiros que se extendió hasta el cruce de Alvarado y Perdriel. Allí el auto de los chicos se detuvo y el futbolista fue hallado con dos balazos en la cabeza en el asiento del acompañante.
Dos de sus amigos fueron detenidos y un tercero escapó, aunque más tarde se presentó en sede policial con su madre y quedó aprehendido, al igual que el resto, en el instituto de menores Inchausti.
Sin embargo, todos ya fueron puestos en libertad esta mañana, de acuerdo a lo informado por su abogada, Lorena Blanco. Dijo que por el momento no hay detenidos en la causa y que el expediente está caratulado como “averiguación de ilícito”.