El líder del Partido de los Trabajadores (PT), de 76 años, participó de un acto del partido de izquierda español Podemos.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó hoy en Madrid que quiere volver a ser candidato a Presidente de Brasil, de cara a las elecciones de octubre del año próximo, pero precisó que lo va a definir “entre febrero y marzo porque hay mucho que decidir”.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT), de 76 años, participó de un acto del partido de izquierda español Podemos en el marco de una gira que también lo llevó por Alemania, Bélgica y Francia y en momentos en que los sondeos los muestran como favorito a ganar los comicios frente al actual mandatario Jair Bolsonaro.

“Si me transformaran en oro no tendría como pagar la gratitud que tengo por ustedes, no tengo cómo agradecer lo que han hecho por mi, por la causa. Han sido tan nobles que me han dado ganas de volver a ser candidato a presidente otra vez”, afirmó Lula durante un acto celebrado en Casa de América y acompañado por importantes figuras de Podemos, incluyendo a la secretaria general Ione Belarra, y el exlíder de la fuerza Pablo Iglesias.

En un extenso discurso en el que repasó la última década política en su país, el exmandatario anticipó que entre febrero y marzo definirá su candidatura “porque hay mucho que discutir” aunque se mostró “convencido de que es posible recuperar a Brasil”.

Lula reveló que quiere ser candidato a Presidente de Brasil

Lula puso como ejemplo la gira que está realizando por Europa, donde fue recibido por el presidente de España, Pedro Sánchez, de Francia, Emmanuel Macron y en el Parlamento Europeo, donde lo han tratado “con tanta dignidad”.

“Este viaje que acabo de hacer es un intento por probar al pueblo brasileño que Brasil es querido. No es Lula el que es importante, Es Brasil que es necesario para poder discutir una nueva política. No se puede discutir la cuestión del planeta tierra sin Brasil”, destacó el líder del PT.

Agregó que en 2009, cuando él todavía era jefe de Estado, su país asumió el compromiso de reducir las emisiones contaminantes así como de disminuir la deforestación de la Amazonía y lo lograron, al igual que se mejoraron las cifras de desempleo e inflación y se redujo la deuda pública.

“Eso es lo que me impulsa a volver, estoy convencido de que podemos recuperar a Brasil, pero yo no puedo hacer menos de lo que hice. Para volver haciendo menos, es mejor no volver”, aseguró, antes de advertir que “la situación está peor que en 2003”, el año en que asumió el poder.

Condenado sin pruebas

El exmandatario recuperó todos sus derechos políticos y ahora podrá enfrentarse a Bolsonaro en las elecciones de 2022, tras casi dos años de inhabilitación por unas condenas relacionadas con la trama de corrupción Lava Jato, revocadas posteriormente tras decretarse que la justicia fue parcial.

Sobre el proceso que lo llevó a estar 580 días encarcelado, señaló que como no tenían “nada” para atacarlo construyeron, a través de los medios, la idea de una “pandilla de corrupción” para después condenarlo sin “pruebas” y señaló que si se entregó fue para que no hubiese una foto suya como un “corrupto fugitivo”.

En un tramo de su discurso, llamó a los oyentes a intentar comprender por qué el discurso de la derecha convence a tantas personas y concluyó que uno de los grandes problemas es la antipolítica.

“Cuando ustedes piensan que el político no es bueno, no desistan, porque el político perfecto está dentro de ustedes. Entren en la política y cambien la historia del país, cambien la historia de la política”, convocó.

Al recordar los 18 meses que estuvo preso, aseguró que nunca había sentido la solidaridad de las personas como en esa época y que eso fue lo que le dio coraje para afrontar la situación.

“Gente que jamás había visto antes se quedaba afuera de la prisión de Curitiba y todos los días me saludaba (…) “con lluvia, policía y todo”. No pueden comprender el estímulo” que eso significo durante el encierro, contó.

“Y un día me soltaron, me fui a mi casa sin tobillera, con la cabeza erguida”, recordó y agregó que lo primero que hizo fue visitar al papa Francisco para hablar sobre la desigualdad.

“Tenemos que plantear la desigualdad en el centro de la agenda. Nosotros que comemos todos los días tenemos la obligación ética y moral de darle la mano para que esa gente (que no lo hace) tenga el derecho de comer por lo menos”, afirmó.

Por último, contó que durante su encierro le pasó algo inesperado que es que se enamoró y ahora se va a casar.

“Yo debería, con mi edad y enamorado, retirarme. Pero la verdad es que el que nace para la lucha ya no es dueño de sí. Tengo que compartir mi felicidad y mi felicidad es luchar en defensa de ese pueblo”, expresó.

Lula lidera desde marzo todos los sondeos para ganar en primera y segunda vuelta contra Bolsonaro. También competiría con Sérgio Moro y Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista.

Moro, el exjuez que lo envió a prisión en 2018 y luego dejó su cargo para entrar a la política como ministro de Justicia de Bolsonaro hasta que reunión en abril de 2020, aparece con entre 5 y 9% de intención de voto en las recientes encuestas, empatando en un tercer lugar con Gomes.