Confían en poder terminar la investigación en 2022. El sospechoso cumple siete años de prisión por una violación anterior. La niña inglesa desapareció en 2007 y nunca más se supo algo de ella
Pese a que el cuerpo nunca fue hallado, los investigadores del caso Madeleine McCann, la niña inglesa de tres años que desapareció en 2007 de un complejo hotelero portugués donde se alojaba con sus padres, no solo están convencidos de que la mataron, sino que ahora se encuentran 100% seguros de quién la asesinó.
Se trata de Christian Brueckner (43), quien en la actualidad está en una cárcel alemana, su país de origen, cumpliendo una pena por violación, y que ahora puede ver todavía más comprometida su situación penal. Los fiscales germanos que analizan el suceso que tuvo durante años una gran repercusión mundial esperan completar las pesquisas para el 2022.
“Estamos seguros de que tenemos al hombre que la secuestró y la mató”, dijo Hans Wolters, quien está a cargo de la investigación y añadió que las pruebas lo “convencieron al 100%”. Ante eso, espera junto al resto de sus colegas construir un caso lo más sólido posible para presentar en contra del criminal, por lo que están tomándose su tiempo para conseguir nuevas evidencias antes de presentar cargos y llevarlo a juicio. “No se trata solo de acusarlo, sino de hacerlo con el mejor cuerpo de evidencia posible. Como todavía tenemos preguntas, sería una tontería no esperar las respuestas que podrían fortalecer nuestra posición”, destacó.
El sospechoso cumple una pena de siete años de prisión tras haber sido declarado culpable de abusar sexualmente de una mujer estadounidense de 72 años en 2005 (dos años antes de la desaparición de la niña y cerca del lugar del presunto crimen), en un domicilio de Praia da Luz.
Una de las principales trabas y contras es que los fiscales admiten que no tienen pruebas para demostrar que la nena esté muerta. Desconocen, así, cómo falleció y no cuentan tampoco con ADN o evidencia fotográfica que vincule a Brueckner con el presunto asesinato.
“Todo lo que puedo hacer es pedirle paciencia. Creo que se llegará a una conclusión el año que viene. No tenemos cuerpo ni ADN, pero tenemos otras pruebas. Basados en la evidencia que tenemos, esto no conduce a ninguna otra conclusión. No puedo decir en base a qué asumimos que está muerta. Pero para nosotros, no hay otra posibilidad.No hay esperanza de que esté viva”, expuso Wolters.
Entras las pruebas que sí poseen están la confesión que el imputado le habría hecho a un amigo acerca del homicidio y también un análisis telefónico que muestra que estaba en el lugar de la desaparición cuando Maddie fue vista por última vez. “Es una evidencia circunstancial, no tenemos evidencia científica.Si tuviéramos un video del acto o una foto de Madeleine muerta con Brueckner en cámara, no habríamos tenido que hacer un llamamiento público. Pero solo tenemos pruebas circunstanciales”, se lamentó, para luego aseverar que “el caso está progresando” y que “no encontramos pruebas para descartar las sospechas de Brueckner. Todo lo que hallamos encaja en el escenario”.
Por último, el sospechoso sumaría tres nuevos cargos el año que viene independientes a este: la violación de una mujer irlandesa en 2004 y dos actos de exhibicionismo que habría realizado frente a menores, todo en Portugal.