Se dio a conocer un video, incorporando a la causa, donde Máximo Thomsen, sindicado como el autor de las patadas mortales, entrenaba días antes del crimen de Fernando 

Máximo Thomsen, de acuerdo a las pericias y a los testigos presenciales del asesinato de Fernando Báez Sosa, es el rugbier que remató al joven de 18 años en la puerta de un boliche de Villa Gesell en enero de 2020. Más allá de que su situación judicial es crítica y ya está virtualmente condenado a prisión perpetua, en las últimas horas un video lo comprometió todavía más.

El video de Máximo Thomsen

En el mismo se lo ve a Thomsen desplegando todo su poderío físico contra una bolsa de boxeo, a la que le propinó una docena de trompadas y golpeaba aún estando en el piso, tal como ocurrió con Fernando. 

Las imágenes, muy fuertes, muestran a Thomsen, sin remera y con una gran musculatura, esgrimiendo todo su poderío, que días después descargaría junto a sus compañeros contra Fernando Báez Sosa.

Así se preparaba físicamente Thomsen antes del asesinato de Fernando Báez Sosa
El video, grabado días antes del asesinato de Fernando

El video está incorporado a la causa para reconstruir el perfil del acusado, que ya fue señalado por todos los testigos como el autor de las patadas que mataron a la víctima.

De hecho, “se estableció que la impronta de la autopsia se corresponde con la impronta de Thomsen y con unas zapatillas marca Cyclone secuestradas que también coinciden con la impronta de Thomsen”, dijo un vocero. En otras palabras: al menos la huella de una patada del deportista quedó grabada en el rostro de Fernando.

Así se preparaba físicamente Thomsen antes del asesinato de Fernando Báez Sosa
La zapatilla de Thomsen con la sangre de Fernando Báez Sosa

Los peritos analizaron las talla, marcas, modelos e impresión de la suela de 14 calzados hasta arribar a un resultado, y para la fiscalía no quedan dudas de que el golpe letal que dejó su huella en el maxilar inferior izquierdo de la víctima corresponde a la zapatilla derecha de Thomsen.

Así se preparaba físicamente Thomsen antes del asesinato de Fernando Báez Sosa

En tanto, este martes continuó el juicio, en el que se informaron los mensajes de texto y audio que se enviaron entre sí los imputados.

Si bien toda esta evidencia -mensajes de texto, audios e imágenes- ya estaba incorporada en la causa, fue el auxiliar de la Fiscalía General de Dolores Javier Pablo Laborde, a cargo de analizar los teléfonos de los imputados, quien leyó cada uno de los mensajes que simultáneamente eran reproducidos en una pantalla y que fueron seguidos con atención tanto los padres e Fernando como por los ocho jóvenes que llegaron a juicio por el asesinato.

“Estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó“, decía el audio que a las 4.55, pocos minutos después del crimen de Fernando, envió el acusado Lucas Pertossi (23) al resto de los imputados mediante el grupo de whatsapp “Los Boca3”, que todos excepto Ayrton Viollaz (23) conformaban.

Así se preparaba físicamente Thomsen antes del asesinato de Fernando Báez Sosa

“Nos peleamos. Ganamos contra unos chetos, los rompimos“, escribió a las 5.08 a un contacto fuera de ese grupo el rugbier Blas Cinalli (22), quien hasta ahora no había sido mencionado por los testigos que declararon en el juicio.

El mismo imputado fue quien también les manifestó a otros conocidos: “Creo que matamos a uno”, “le dimos murra a uno con el ‘perto’, lo recargamos a palo, pero mal. Nos vinimos corriendo a la casa”, “nos vamos a la playa. Previa en casa, vienen todas las gatas” y “yo sólo quiero tomar vino y fumar flores”, según reprodujo el testigo, quien debió leer esos textos frente a los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez.

Así se preparaba físicamente Thomsen antes del asesinato de Fernando Báez Sosa
Los ocho imputados

Dos convulsionaron, uno lo mandamos al hospital, sin signos vitales. Ahora estamos yendo a McDonald’s a ver qué pasa”, dijo Cinalli a un contacto, quien le respondió: “Son los demoledores.”

Entre los teléfonos analizados figura el iPhone 3 negro de Máximo Thomsen (23), quien se negó a entregar la clave de acceso; otros cinco teléfonos de la misma marca que pertenecían a Lucas y Luciano Pertossi (21), Matías Benicelli (23), Alejo Milanesi (22) y Juan Pedro Guarino (21), cuyo equipo “7 Plus”, de color negro, tenía la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.

El único del grupo cuyo celular no fue localizado en el domicilio allanado ni en los dos autos estacionados allí fue el de Viollaz, aunque tampoco forma parte del grupo “Del Boca3”, en el que sí estaba el resto de los imputados, y también Guarino y Milanesi, los dos sobreseídos en la causa.