El asesino que mataba inocentes fabricando bombas caseras cumple cadena perpetua y lleva 25 años preso
El hombre conocido como “Unabomber” fue trasladado a un centro médico de una prisión federal en Carolina del Norte tras pasar las dos últimas décadas en una prisión federal de máxima seguridad en Colorado por una serie de atentados con bomba dirigidos a científicos, aunque no se conocen los motivos.
El 14 de diciembre, Theodore “Ted” Kaczynski (79) fue trasladado al centro médico FMC Butner de la Oficina de Prisiones de Estados Unidos, aunque no se explicaron las causas. Sí se sabe que ese nosocomio ofrece servicios médicos para los presos, como oncología, cirugía, neurodiagnóstico y diálisis y que en 2010 abrió una unidad de cuidados avanzados y una unidad de cuidados paliativos.
Según la Oficina de Prisiones, Butner tiene 771 reclusos y ha sido el hogar de delincuentes notables como John Hinckley Jr., que fue evaluado allí después de disparar al presidente Ronald Reagan.
Unabomber cumple cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional tras su detención en 1996 en la diminuta cabaña donde vivía en Montana. Fue hallado en las afueras de Lincoln en una cabaña de madera contrachapada y papel alquitranado de 3 por 4 metros en la que vivía desde la década de 1970. Estaba llena de diarios, una agenda codificada, ingredientes para explosivos y dos bombas terminadas.
Se declaró culpable de provocar 16 explosiones que mataron a tres personas e hirieron a otras 23 en distintos puntos del país entre 1978 y 1995.
Las bombas caseras las enviaba por correo y cambiaron la forma en que los estadounidenses enviaban paquetes y subían a los aviones, ya que una estalló en pleno vuelo.
Kaczynski, formado en Harvard, había arremetido contra los efectos de la tecnología avanzada y condujo a las autoridades a la persecución más larga y costosa del país. El FBI le apodó el Unabomber porque sus primeros objetivos parecían ser las universidades y las compañías aéreas.
El hombre describió su motivo como “simplemente una venganza personal” y en sus diarios personales publicados en el juicio a petición de las familias de las víctimas, Unabomber escribió: “A menudo tenía fantasías de matar a la clase de gente que odiaba, es decir, a los funcionarios del gobierno, a la policía, a los informáticos, al tipo de estudiantes universitarios revoltosos que dejaban sus latas de cerveza en el arboreto, etc., etc.,″.
Nunca quiso ser considerado un enfermo mental y durante su juicio intentó despedir a sus abogados cuando éstos quisieron presentar una defensa por demencia. Finalmente se declaró culpable en lugar de dejar que sus abogados siguieran adelante.
