De un total de ocho propiedades decomisadas en operativos contra el narcotráfico, sólo un campo de diez hectáreas logró ser subastado.

Un campo de 10 hectáreas, ubicado en Coronel Bogado, fue vendido en una subasta en la que había ocho inmuebles que habían sido decomisados en operativos contra el narcotráfico en diferentes localidades santafecinas.

La venta de un solo inmueble llamó la atención de las autoridades judiciales al igual que la convocatoria de la que sólo participó una decena de los casi cien interesados que se habían inscripto, y el público en general no superó las treinta personas.

“No tomamos el hecho como un fracaso, pero lo sucedido nos obliga a buscar alternativas y a analizar también qué fue lo que pasó; tenemos que determinar si ésta es la mejor manera de proceder con este tipo de bienes”, dijo en declaraciones al diario El Litoral el secretario de Justicia de la provincia, Gabriel Somaglia.

El único inmueble que logró ser subastado se vendió al precio base establecido por la autoridad competente, y fijado en 14.800.000 pesos.

El resto de los inmuebles que eran terrenos, departamentos, casas y cocheras, ubicadas en localidades como Funes, Roldán y Rosario, estaban valuados en unos 213 millones de pesos. El gobierno provincial esperaba recaudar más de 400 millones. La subasta de este lunes constituía un hecho inédito puesto que era la primera que se realizaba en el país para bienes inmuebles; ya se habían realizado otras, incluso en la provincia, pero de bienes muebles y rodados.

Todos los bienes pertenecían a Esteban Alvarado, el narco rosarino que está siendo juzgado en Rosario por dos casos de homicidios, atentados contra edificios judiciales, atentado contra una empleada del Ministerio Público de la Acusación (MPA) y cinco causas de lavado de activos. Y el campo había sido comprado en 2016 a un valor irrisorio por el abogado Claudio Tavella, que fue condenado en un juicio abreviado.

Según la sentencia, el campo fue escriturado a un valor irrisorio por lo bajo a nombre del profesional que, en ese momento, figuraba en la Afip como contribuyente de riesgo, es decir sin capacidad económica para esa operación. 

El valor escriturado fue de 1.900.000 pesos cuando el valor fiscal catastral, dicen los acusadores, era tres veces más. El valor catastral, además, es ya algo muy por debajo del valor real. Era, según la sentencia, una operación de blanqueo de fondos procedentes del delito.

La subasta estuvo a cargo de la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad), y el dinero recaudado será destinado a políticas sociales y al Ministerio Público de la Acusación.

Alvarado, está sindicado como jefe de una organización narcocriminal y considerado como el principal contrincante de la banda de Los Monos.