El surfer Federico Llamas había sido demorado en la autopista cuando volvía de Brasil y luego se fugó en plena cuarentena a la localidad de Ostende. Por otro lado, Miguel Ángel Paz, el personal trainer de Olivos, golpeó a un vigilador que lo denunció por incumplir el aislamiento. Ahora, ambos se encuentran procesados.

La Justicia federal de San Isidro procesó a Federico Llamas, el “surfer de Panamericana” y al “golpeador de Olivos”, Miguel Ángel Paz, por violar la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional a partir de marzo para evitar el contagio del coronavirus.

Al tratarse de delitos excarcelables, en ambos casos el procesamiento no incluye prisión preventiva, por lo que juez Lino Mirabelli ordenó que continúen en libertad aunque deberán informar si cambian de domicilio o si se ausentan por más de 72 horas del mismo.

Además, el titular del Juzgado Federal 2 de San Isidro los embargó por quinientos mil pesos que en el caso de Llamas, y por cien mil pesos a Paz.

Ambos hechos tuvieron gran repercusión mediática como ejemplos de violaciones a las normativas y restricciones que dispuso el Gobierno para impedir la propagación de la pandemia e, incluso, el propio presidente Alberto Fernández hizo declaraciones públicas criticando la actitud de los ahora procesados.

El surfer fue demorado el 24 de marzo en la autopista a la altura de Martínez. El joven le explicó a los efectivos de la Prefectura Naval que se había ido de vacaciones a Brasil el 8 de marzo con su novia canadiense y que la noche anterior había cruzado manejando al país por la ciudad correntina de Paso de los Libres. Durante el control, mantuvo un cruce de palabras con los prefectos y los periodistas que realizaban la cobertura.

Tras la consulta con el juzgado, el joven de 27 años fue escoltarlo hasta el domicilio que figuraba en su DNI, en el barrio porteño de Flores, para realizar la cuarentena obligatoria. Sin embargo, desobedeció esa disposición y primero pasó por la casa de su padre, en un country de la localidad bonaerense de Canning, y luego viajó hasta la casa de su madre Ostende, donde lo denunciaron los vecinos. Finalmente, lo encontró la policía y quedó bajo arresto domiciliario.

Paz, por otro lado, golpeó al empleado de seguridad de su edificio, Gustavo Granucci, quien había denunciado que el personal trainer no cumplía con el protocolo de aislamiento por 14 días luego de haber regresado de Estados Unidos. Las imágenes se viralizaron en los medios y las redes sociales con el video de la golpiza.

Además de esta causa federal por la que fue procesado, el hombre de cuarenta años también tiene una en la justicia penal ordinaria de San Isidro por las “lesiones y amenazas” contra el vigilador, por la que estuvo con prisión domiciliaria hasta que un juez de garantías le otorgó la excarcelación.

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