En el marco de la investigación que se inició por el asesinato del joven de 17 a manos de la fuerza de seguridad porteña, la Correpi, el organismo defensor de los DDHH, cuestionó el accionar policial, al que definió como un caso de “gatillo fácil”.

La Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) cuestionó a la Policía de la Ciudad en el caso del adolescente de 17 años, Lucas González, que fue baleado en la cabeza, y que finalmente falleció, por efectivos de esa fuerza que se hallaban de civil, al asegurar que intentaron “disfrazar al asunto como un enfrentamiento” y que se trató de un episodio de “gatillo fácil“.

Lucas González tenía 17 años

Por ahora los tres policías involucrados en el hecho fueron separados de sus cargos, se trata de Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Isassi

“Ayer, mientras los carteles de tránsito lucían las felicitaciones de Horacio Rodríguez Larreta a su policía por cumplir 5 años, en Barracas, desde un auto sin identificación, efectivos de esa fuerza dispararon a cuatro chicos de 17 y 18 años. El joven que se encontraba gravemente herido en el Hospital del Cruce de Varela con dos tiros en la cabeza y que hoy finalmente falleció. La policía intento disfrazar el asunto como un enfrentamiento, pero rápidamente esa versión fracasó”, indicó el organismo en un comunicado.

Correpi resaltó que “los amigos de Lucas que lograron sobrevivir contaron como ese coche los interceptó cuando volvían de un entrenamiento en el club Barracas Central y sin mediar palabra, comenzaron a dispararles“.

“Horas después, la mamá contó en una nota a la Televisión Pública que desde la policía de la Ciudad se acercaron a ella para ‘pedirles disculpas’ y decirle que ‘había sido una equivocación’. Tremendo cinismo”, criticó.

Además, la Coordinadora dijo que “el mismo día circularon imágenes de policías de la Ciudad disparando contra una persona a plena luz del día en una plaza” del barrio de Constitución y que le dieron “once” balazos e “hirieron a otra persona que pasaba por el lugar”

“Estás semanas hemos tenido que soportar, horas y horas de discursos pidiendo mano dura, ‘bala, bala y bala’ en las barriadas y hablando de ‘la seguridad'”, señaló Correpi y concluyó: “Estos hechos que han cobrado visibilidad masivamente muestran de manera contundente que la inseguridad son ellos, es la policía con poder de fuego en las calles. Basta de gatillo fácil“.