La víctima se había separado del femicida cuando este la atacó a golpes, motivo por el cual no podía acercarse y tenía que vivir en otra localidad
Pese a tener una restricción perimetral luego de haber sido denunciado por violencia de género, un hombre cometió un nuevo femicidio al asesinar a puñaladas a su expareja, de 37 años y en plena calle, informaron hoy fuentes policiales.
Natalia de Valle Tegua, madre de tres hijos y trabajadora en un comedor comunitario, fue atacada a cuchillazos anoche en el cruce de Luzuriaga y Paula Albarracín, de la ciudad mendocina de San Rafael, cuando regresaba a su casa tras cursar en la escuela nocturna a la que asistía, en un nuevo femicidio que pudo haberse evitado.
El implicado, identificado como Antonio Sáez (41), fue capturado poco después y se supo que había sido novio de la víctima hasta que ella lo denunció por agresiones físicas, motivo por el cual estuvo preso hasta hace unas semanas y se le aplicó una prohibición de acercamiento en la que incluso le impedía hasta residir en el misma localidad. De esta manera, y siempre según los voceros, el hombre estaba domiciliado a varios kilómetros de San Rafael y debía presentarse semanalmente ante la justicia, trámite que no cumplió esta semana. Ante esa situación, de acuerdo a lo que establecieron los investigadores, el martes se hizo un pedido de paradero sobre su persona.
El femicidio se materializó cerca de las 22.30 del miércoles en esa ciudad ubicada a unos 200 kilómetros de la capital de Mendoza, cuando Tegua fue sorprendida en la vereda por su ex, quien luego de un breve intercambio de palabras comenzó a apuñalarla.
Los gritos de la mujer alertaron a los vecinos, quienes dieron aviso a la policía mediante un llamado a la línea de emergencias 911. A todo esto, el implicado se autolesionó en el pecho con la misma arma blanca y después escapó a pie.
Un móvil policial llegó a la zona y constató la presencia de la damnificada, por lo que resguardó el lugar a la espera de una ambulancia. Sin embargo, los médicos que se acercaron establecieron que Tegua ya había fallecido.
Los numerarios de la fuerza trabajaron en la zona y, en base a datos aportados por testigos, desplegaron un operativo que condujo a la detención de Sáez, quien debió ser asistido en un hospital por los cortes que presentaba, aunque se encuentra fuera de peligro.
Asimismo, los investigadores hallaron en las inmediaciones un cuchillo con manchas de sangre que se cree utilizó el femicida, el cual quedó a disposición de la fiscalía de turno para ser sometido a peritajes.
El asesinato motivó que distintas organizaciones sociales expresaran su repudio y convocaran a una marcha en reclamo de justicia.
“¡Justicia por Natalia! Anoche salía de la escuela donde estaba haciendo la primaria y su femicida la estaba esperando para arrebatarle la vida. Tristemente nos arrebataron a una compañera, madre de tres hijos y trabajadora del comedor Madres Cocinando”, manifestaron en las redes sociales integrantes de Campaña por Emergencia Nacional en Violencia contra las mujeres San Rafael.
Además, agregaron: “Una vez más no alcanzaron las medidas tomadas por la Justicia para cuidar las vida de las mujeres. Antonio Sáez, el femicida, tenía restricción de acercamiento”.
Una de las docentes del Centro de Educación Básica para Jóvenes y Adultos de San Rafael, Laura Hernández, recordó que horas antes habían compartido con Natalia una jornada sobre violencia de genero de la Dirección General de Escuelas, y dijo: “Como educadores sentimos que nada alcanza, porque participamos de jornadas para abordar la prevención de la violencia de género pero cuando llegamos a la parte de la Justicia, ahí nada funciona bien”.