Natalia Resser tenía 30 años y falleció de un paro cardíaco en Córdoba tras dos operaciones, el parto donde murió su bebe y cuando le sacaron el útero. La familia responsabiliza a los médicos.
Natalia Resser vivía en Villa María, era maestra jardinera, tenía 30 años y estaba embarazada por segunda vez. Izad se iba a llamar su bebé y el nombre fue elegido junto a su esposo Darío. La mujer ya tenía otro hijo, de tres, de una anterior pareja. Pero rehízo su vida e iba a ser madre nuevamente. Tanto ella como su bebé fallecieron en el parto. Las circunstancias todavía no están claras y están siendo investigadas, la familia de la víctima apuntó la responsabilidad al Hospital Pasteur de la ciudad cordobesa.
La familia sostiene que fueron muy mal atendidos por el hospital y además cargó duramente contra los médicos: “son delincuentes con batas”. El círculo íntimo la llamaba “Nathy”, trabajaba en el Centro de Promoción Familiar (CPF) “María Elena Walsh” de Villa María. Desde su entorno familiar destacan que “andaba siempre con una sonrisa”, la que se apagó para siempre el domingo 16 de abril cuando llegó a atenderse al centro médico Pasteur por fuertes contracciones.
En ese lugar, dicen sus familiares, Natalia no fue bien recibida. Un paro del personal de salud, y negligencia y mala praxis por parte los médicos habrían detonado una situación que terminó tan mal como empezó, según la denuncia de la familia. Y desencadenó en una tragedia. Su madre contó que tuvo que interceder un policía. Según dijo, golpeó unas de las puertas del Hospital para que recibieran a su hija, esto funcionó a medias.
La joven ingresó, pero tuvo que esperar un cambio de guardia para ser atendida. Fue una hora de sufrimiento. Cuando por fin la atendieron, los médicos le realizaron una ecografía de ultrasonido. El bebé no tenía latidos. Le hicieron un cesárea de urgencia. Y la situación se agravó cuando tuvieron que recurrir a una segunda operación: debían sacarle el útero por un sangrado. Una hipotermia agravó el cuadro.
Fue en esa segunda intervención que, de acuerdo al parte médico oficial, habría fallecido de un paro cardíaco entrada la madrugada del lunes. Dijeron también que los intentos de reanimarla fueron en vano. Mientras la fiscalía a cargo de René Bosio investiga un posible caso de negligencia y mala praxis médica, tanto la madre denunciante como la tía de Natalia relataron el calvario por el que pasó la joven. La madre de Natalia contó que su hija llegó cerca de las 6 al Hospital, pero recién la atendieron a las 8.
En esas dos horas, advirtió, “sufrió como un perro, al bebé dejó de latirle su corazoncito y mi hija hizo un pico de presión”. La madre continuó: “le hicieron una cesárea de urgencia en la que ella escuchó, mientras le hacían todo, que el bebé estaba muerto”, continuó, en diálogo con el portal Villa María Ya. “La manosearon, la ultrajaron, le lastimaron un brazo. La habían anestesiado con epidural para hacerle le cesárea …”
“… No tendrían que haberle tocado el brazo, pero la sacudieron tanto para sacarle el bebé que la lastimaron toda. Gritaba de dolor”, detalló. En ese momento, dijo, los médicos salieron diciendo que la paciente “tenía mucho sangrado y que iban a tener que abrir nuevamente para sacarle el útero”. “Pasada una hora la pasaron a una pieza común donde le agarró una hipotermia. Las médicas se asustaron y la pasaron a terapia. Allí quedó muy ida, no reaccionaba a nada”, advirtió la mujer.
“Nos sacaron y volvimos a la tarde a la hora de la visita. Ella tuvo lo que se dice ‘la mejoría de la muerte’. En lo poquito que tenía de conciencia me contó todo lo que escuchó y todo lo que le hicieron. Ahí nos sacaron de la habitación y no nos dejaron volver más”, dijo. A la 1.30 del lunes le comunicaron que estaban operando de urgencia a Natalia para retirarle el útero “siendo que a la mañana ya nos habían dicho que había que sacárselo”.
En esa intervención, Natalia cayó en coma. La pasaron de vuelta a terapia. La intubaron y dejaron a la familia verla “unos segundos” a las 3 de la mañana. Una hora después, hizo un paro cardíaco. “Se estaba yendo en sangre y no lo pudieron controlar”, explicó su mamá. “Nos apuraron a retirar a mi hija muerta y a mi nieto muerto. Tengo sus audios que me mandaba, sufriendo, que no la querían atender. Negligencia total del Hospital.”
“Una mala praxis con todas las letras, así juegan con la salud de la gente. La dejaron morir sola como si fuera un perro, eso le hicieron a una chica de 30 años con toda una vida por delante, dejando a una criatura de tres años sin madre”, concluyó. Las autoridades del Hospital Pasteur, en tanto, dieron pocas explicaciones. No confirmaron ni desmintieron ninguno de los hechos descriptos por la familia de la víctima.
“Es motivo de investigación”, respondió una y otra vez el director Sergio Arroyo ante las consultas de Villa María Ya. “Estamos haciendo toda una investigación basada en la historia clínica, con todas las prestaciones que ha recibido la paciente desde el inicio del embarazo”, se limitó a decir. Lo que sí confirmó fue que Natalia “no tenía antecedentes personales patológicos, más allá de la patología propia que puede desencadenar un embarazo”.
“Hay enfermedades que se dan exclusivamente durante el embarazo, como puede ser un desprendimiento de placenta. Esto se llama accidente de Baudelocque y es lo que se está investigando en este momento como causa de la descompensación que tuvo”, cerró. Por el lado de la familia, la tía de Natalia publicó una dura carta: “Son delincuentes con batas”
“Ella era Natalia Resser… una niña/mujer llena de vida, así como la ven en las fotos, siempre con una sonrisa, siempre activa, dedicada a sus estudios, a su familia, a su hijito de 3 años, a su bebé por nacer, los tiempos la corrían, pero ella siempre tratando de llegar a sus logros. Ingeniera agrónoma, maestra jardinera y varios títulos más, porque eso hacía, estudiar, trabajar y amar a los demás. Adoraba a su mamá y hermanas, muy unida con su familia…”
“No tuvo la suerte de encontrar gente responsable que la atienda y que reciba a su bebé cómo se merecía. La felicidad que tenía por tener todo preparado, todo listo… cuando en un segundo le cambió el destino; inoperancia médica, mala praxis, abandono de persona y un final que desencadenó la muerte de su bebé, y tras él se fue ella. No fue culpable Dios, fueron culpables los que delegaron ese día poner gente inexperta, maltratadora, abusiva, delincuentes con batas…”
“Y descartaron, así como así a una mamá que recién comenzaba su vida. Recién daba sus primeros pasos con su nueva familia, su esposo, su hijito de tres añitos y el que venía en camino, y no llegó. Le cortaron su historia de vida… la humillaron, la subestimaron, la maltrataron de tal manera que aún siento su dolor. Solo pensar en tanto sufrimiento me duele hasta la piel… te arrancaron la vida, la alegría, lo más lindo de tu ser…”
“Pero solo agradezco a Dios Santo que te crecieron alas para que puedas volar y ser feliz junto a tu bebé. Que tu vuelo sea eterno. No te detengas mi angelito, no mires atrás, porque allá, en ese infinito, vas a seguir siendo la niña/mujer que fuiste antes que destruyan tu vida terrenal. Danos fuerzas, que con tanto dolor perdimos… danos paz y palabras de sabiduría para que el hombre haga justicia. Danos vida a toda tu familia para que guiados por Dios podamos ver y acompañar al niño que dejaste en el camino.“
“Perdón por no estar para defenderte de los que te hicieron mal, tengo sed de justicia. No descansaré hasta que mire al cielo y te vuelva a ver con esa hermosa sonrisa y diciendo “ya puedo descansar en paz… SE HIZO JUSTICIA POR MI Y POR MI HIJO”. Te amo NATHY RESSER E IZAD.. me despido sabiendo que ambos están juntitos allá arriba abrazados y buscando a otros seres queridos. Seguí jugando con tu muñeco mi vida, él te acompañará por siempre.”