Diez años pasaron de la Tragedia de Once, donde el choque de un tren contra una barrera de contención dejó como saldo 52 muertos y 789 heridos. Todos los responsables están cumpliendo sus condenas lejos de una cárcel común.

Diez años pasaron de la tragedia de Once, y los condenados en el primer juicio oral ya gozan de libertad condicional o prisión domiciliaria. La Corte Suprema de Justicia tiene pendiente de resolución un recurso de queja de la defensa del exministro de Planificación Federal, Julio De Vido. El hecho fue el grave choque de la formación del ex ferrocarril Sarmiento, en la estación del barrio porteño de Once, que derivó en dos juicios orales penales en 2015 y 2017.

A diez años de la Tragedia de Once, los condenados tienen libertad condicional o prisión domiciliaria
La “Tragedia de Once”, el peor accidente ferroviario de Argentina, sucedió el 22 de febrero de 2012. EFE/Martín Quintana/Archivo

El primer juicio se hizo contra el motorman del tren, Marcos Córdoba, y los entonces directivos de la empresa concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA) y exsecretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. Ese debate oral en 2015 derivó en condenas a prisión para 21 personas que quedaron firmes en la Corte Suprema, salvo la de Jaime, quien había sido condenado a 7 años de cárcel por el Tribunal Oral Federal (TOF) 2, pero al revisar la sentencia la Cámara Federal de Casación le subió la pena a 8 años.

Fue por esto que la Corte Suprema ordenó que otros jueces revisen esa decisión en garantía del llamado derecho al “doble conforme”. Hasta que esto ocurra, Jaime goza de libertad -aunque exclusivamente en esta causa, ya que en la actualidad está detenido y sometido a juicio en el marco de una pesquisa por supuesto enriquecimiento ilícito y otros hechos de corrupción-. El 31 de diciembre pasado quedó en libertad condicional el expresidente de TBA al momento de la tragedia, Carlo Michelle Ferrari.

A diez años de la Tragedia de Once, los condenados tienen libertad condicional o prisión domiciliaria
Accidente del ferrocarril Sarmiento en la localidad de Castelar. Foto NA: Hugo Villalobos

Michelle Ferrari había sido condenado a 5 años de prisión por “administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública” y “estrago culposo agravado” en relación al hecho que derivó en la muerte de 52 personas y causó heridas a otras 789. Otros beneficiados con la libertad condicional, fueron los ex directivos de TBA Jorge De los Reyes, Sergio Daniel Tempone y Carlos Pont Verges. A todos se les retiró la tobillera electrónica con la que cumplían el arresto domiciliario.

En otro de los casos, Jorge Álvarez, también directivo de la concesionaria al momento de la tragedia de Once, recibió la libertad condicional el 9 de diciembre último y salió de la cárcel de Ezeiza, donde cumplía la condena que vencerá en octubre de 2024. Por su parte, el maquinista Córdoba, con una pena de tres años y tres meses de cárcel, obtuvo la condicional en septiembre de 2020 y salió de la cárcel de Marcos Paz.

A diez años de la Tragedia de Once, los condenados tienen libertad condicional o prisión domiciliaria
Marcos Córdoba, el maquinista de la formación

En cuanto al máximo responsable de la empresa TBA, Claudio Cirigliano, se encuentra con condena firme a 7 años de cárcel y tiene arresto domiciliario desde abril de 2021 por cuestiones de salud. Cirigliano vive en su casa de la Ciudad de Buenos Aires con tobillera electrónica, con su esposa como garante. Los otros condenados ya habían accedido a la libertad condicional en 2020 por haber sido sentenciados a tres años de prisión o porque gozan de prisión domiciliaria con motivo de problemas de salud.

En octubre de 2018, en un segundo juicio por la tragedia, el entonces ministro de Planificación Federal Julio De Vido fue condenado a 5 años y 8 meses de prisión.

A diez años de la Tragedia de Once, los condenados tienen libertad condicional o prisión domiciliaria

El choque se produjo a las 8:32, cuando el tren número 3772, identificado con la chapa 16 de la línea Sarmiento de la empresa Trenes de Buenos Aires, llegando a la plataforma número 2 de la estación terminal de Once, no detuvo su marcha y colisionó con los paragolpes de contención. Se trata la tercera tragedia ferroviaria más grave de la Argentina, después de la ocurrida en Benavídez en 1970, donde murieron 236 personas, y la de Sa Pereira, en 1978, que causó 55 muertos.