Superó a Talleres 2 a 1 con goles de Villa y Tévez.
Ya había jugado River con Central Córdoba y su triunfo lo había llevado a sacar seis puntos de ventaja sobre Boca. El xeneize tenía que ganar para no quedar lejos del puntero. Esa presión puede jugar en contra o a favor. En el caso de Boca, pareció sacar lo mejor del equipo de Miguel Russo.
Lentamente Boca va cambiando hacia una idea más ofensiva. Pero es un equipo en formación que, de a poco, va mostrando cosas distintas al que dirigía Alfaro. Transiciones rápidas pero pasando por la línea del mediocampo y no salteándola con largos pelotazos. En Córdoba mantuvo el esquema táctico de hace siete días en la Bombonera, pero con cuatro nombres netamente ofensivos: Villa, Salvio, Tevez y Soldano. Y en el primer tiempo fue superior, mostrando en Villa el desequilibrio tan difícil de encontrar hoy en nuestro fútbol. Lo hace en base a su velocidad y gana los mano a mano simplemente tirándola larga. El colombiano abrió el marcador a los 14´al recibir una asistencia en cortada del Toto Salvio y le dio el pase a Tevez para la concresión del segundo a los 64´. Mejoró justamente en lo que más se le critica: la terminación de las jugadas, aunque hubo un par de contaataques que podían haber cerrado el partido en los que decidió mal como terminarlos. Eso sí, esos contraataques fueron todos generados por él, o sea que fueron casi de su propiedad exclusiva.
En el segundo tiempo, Talleres corrigió su esquema táctico, pero Boca continuó con su propuesta. Pero faltando diez minutos, en un tiro de esquina en el que se vio falta de reacción y repentización de la defensa de Boca, Valoyes aprovechó mientras todos miraban y de cabeza convirtió el descuento. A partir de ahí, en esos diez minutos más los seis que se adicionaron, Talleres se convenció de que lo podía empatar. Y en Boca aparecieron fantasmas propios de un equipo en formación, errores que ponía nerviosos a su cuerpo técnico y a sus seguidores. Boca sufrió mucho el final del partido, y recibió el silbatazo del final con alivio, algo que poco tenía que ver con el desarrollo del partido.
Boca ganó y sigue a tres de el puntero River. Está construyendo un camino nuevo frente a un River que tiene sus engranajes bien aceitados. No sabemos si le alcanzará para consagrarse campeón. Pero el cambio parece empezar a producirse y es saludable. Habrá que ver si se sostiene en el tiempo.