Mario Ledesma, entrenador de Los Pumas llamó a una inusual conferencia de prensa para pedir perdón por sus dichos

Habló en caliente, luego de perder un partido que él y todos sentimos que se podía haber ganado. Mario Ledesma, enojado, con bronca, apenas terminado el partido dió declaraciones a la cadena televisiva ESPN, tenedora de los derechos del mundial de rugby, en las que utilizó frases muy críticas hacia el árbitro australiano Angus Gardner. “Nos referearon (sic) como a un pais chico del rugby” o “La World Rugby viene a decirnos una cosa, la hacemos, y después en la cancha cobran distinto”. Después, en la posterior conferencia de prensa obligatoria, ya más tranquilo, no se refirió al arbitraje sino a errores propios del equipo para explicar el resultado adverso. Pero sus palabras en caliente ya habían dado la vuelta al mundo.

Normalmente un “head coach” en una Copa del Mundo, habla en conferencia de prensa un par de días antes del partido que se va a jugar. Sin embargo Ledesma convocó a la prensa dos días después de perder en el debut con Francia porque algo tenía para decir que no podía esperar.

“Dije cosas que no quise decir”, “Estoy acá para pedir disculpas si herí a alguien o a alguna institución en algún sentido”, “Yo trabajaba en el escritorio de al lado de Angus (Gardner) y en ningún momento dudé de él o de otros árbitros, ni de su integridad ni de su capacidad”, “No hay complot en el rugby mundial ni nada de eso”, fueron las frases destacadas de una conferencia de prensa necesaria por varias cuestiones. Una de ellas es que en el rugby se pregonan desde que uno se inicia de chico ciertos valores que se convierten casi en mandamientos. Por ejemplo el que indica que el árbitro siempre tiene razón, aunque se equivoque. Y los dichos de Ledesma destruían ese precepto frente miles de espectadores, grandes y chicos. Y él es la cabeza de nuestro seleccionado, por lo que debe cuidar más que nadie esos valores tradicionales, para que quienes están aprendiendo no se confundan.

Otra cuestión es que no deben haber caído bien sus dichos en la World Rugby, la entidad que rige este deporte. Por lo que era prudente pedir disculpas y bajar el tono. ¿Alguien puede haber aconsejado hacerlo? Puede ser. Uno piensa en Agustín Pichot, vicepresidente de la entidad madre, que conoce a la perfección a sus integrantes y sabe de sus posibles reacciones. O algun miembro de la UAR. Pero no me consta ninguna de estas hipótesis.

Lo cierto es que Ledesma se diculpó en conferencia de prensa. A mi me queda claro que lo que verdaderamente piensa fue lo que dijo en caliente. El arbitraje es un punto negro que está teniendo este mundial. En Australia-Fiji, el wing fijiano Peceli Yato, una bestia de 1m98 de alto y 106 kg de peso era incontenible para los australianos en el inicio del partido. A los 26 minutos del primer tiempo, con los oceánicos en ventaja 11-7, Reece Hodge fue directamente a golpearlo con el hombro a la altura del cuello del gigante, sin hacer ningún gesto que indicara que lo quería tacklear. El golpe evitó un try seguro, por lo que el referí neocelandés Ben O´Keefe debió cobrar try penal y expulsar al australiano. Nada. Yato se retiró de la cancha con conmoción cerebral y Australia ganó 39 a 21. No solo nos pasa a nosotros.

El arbitraje en el rugby puede, como en la mayoría de los deportes, alterar el resultado. Para minimizar los errores en un juego en el que es imposible ver lo que hacen quince jugadores por lado y en circunstancias en las que están todos amontonados, se recurrió a la tecnología del TMO (Television Match Official). Pero con el fin de dar dinamismo al juego, se han limitado cada vez más las intervenciones de este “asistente de video” que en ciertas jugadas solo puede intervenir a instancias del juez del encuentro. Y parece que sin esa ayuda, los referis tienden a favorecer a las potencias, más por inercia que por deshonestidad o algo parecido. Eso, entiendo, es lo que quiso decir Ledesma y es lo que todos los periodistas pensamos (aunque no sea correcto decirlo).