Ganó el superclásico 2 a 0 siendo superior y quedó muy tranquilo con miras a la revancha.
River ganó, convirtió dos goles, no le convirtieron, jugó mejor y hasta mereció algún gol de diferencia más. Fue una noche en la que todo le salió bien. Hasta los pocos errores que cometió, Boca los desaprovechó.
La dinámica del millonario nunca pudo ser igualada por su rival. Tal vez convertir un gol a los 7 minutos le simplificó las cosas. No se puede discutir, aunque el penal contra Borré no haya sido advertido por el árbitro que fue avisado desde el VAR. Es que Claus ve la acción de Izquierdoz que llega antes a la pelota en forma reglamentaria, pero no cómo Más comete una falta inmediatamente antes, cruzando a Borré sin intenciones de jugar la pelota. El propio colombiano se hizo cargo de la ejecución fuerte al medio mientras Andrada iba hacia su derecha. 1 a 0 casi desde el arranque. Y River que doblaba a cada jugador de su rival con un despliegue perfectamente sincronizado. Y cuando algo fallaba, erraba Boca en la definición como cuando Ábila gana una pelota larga y deja solo dentro del área a Capaldo para que el pibe la tire muy por arriba ante la salida de Armani. También en ese primer tiempo hay que contar alguna de Boca, pero por arrestos del xeneize y no mérito de una buena jugada colectiva. Por ejemplo un violento remate desde muy lejos de Mac Allister (el mejor de Boca en la primera etapa) casi sorprende a Armani que alcanza a desviarla apenas para que roce el travesaño y se vaya al córner.
El segundo tiempo fue más de River todavía. El ingreso de Tevez por un inexpresivo Soldano le dio a Boca unos minutos de equilibrio en el juego, lo mismo cuando entró Salvio por Reynoso, que ni tapó las subidas de Casco ni generó ninguna jugada con su reconocida pegada y calidad. El ex Benfica mostró buenas intenciones y en base a su habilidad pareció encabezar alguna reacción, pero todo quedó en ilusión. A los 70´, la mejor jugada colectiva de River terminó en gol de Nacho Fernández, que se anticipa a toda la defensa de Boca para mandar a la red un centro rasante de Matías Suárez. 2 a 0 que tranquilizaba al local y ponía más nervioso a Boca que se equivocaba en tres cuartos de cancha y tenía que volver corriendo mirando las espaldas de los jugadores de River. Ingresaron Scocco y Pratto y había olor a un tercer gol millonario. En la última jugada, el juez amonesta a Capaldo, que por juntar la tercera amarilla se perdía la revancha, pero a instancias del VAR nuevamente, termina expulsando al juvenil de Boca., motivando las protestas de parte del plantel xeneize al finalizar el partido.
Ganó River, con autoridad, jugando bien. Con un Nico De la Cruz superlativo, un Enzo Pérez enorme como único contención y un Nacho Fernández inteligente como siempre y oportuno como nunca. Hoy es más que Boca. Alfaro deberá trabajar y mucho para igualar al menos la serie en la revancha. Gallardo debe haber quedado tranquilo después de la demostración de sus jugadores. Su impronta y la mística que le dio al equipo siguen vigentes.
River Plate: Armani; Montiel, Martínez Quarta, Pinola y Casco: Enzo Pérez; De la Cruz (86´Julián Álvarez), Palacios, Nacho Fernández; Borré (65´Scocco) y Suárez (90´Pratto). DT: Marcelo Gallardo
Boca Juniors: Andrada; Weigandt, López, Izquierdoz y Más; Marcone; Soldano (55´Tévez), Mac Allister (77´Zárate) y Reynoso (72´Salvio); Ábila. DT: Gustavo Alfaro.