El trapero desembarcó por primera vez en la ciudad llenando dos fechas y destruyendo con su música todo lo que le ponían adelante.
Cerca de las 21:30, Dillom subió a las tablas de Bailotage para hacer su segunda función en la ciudad pero con la misma energía que el día anterior, acompañado de una banda que te pegaba en el pecho, como patada ninja en película de los 70s.
Demian, Post Mortem, Rili Rili, Duo, Piso 15 y Side fueron el primer puñado de canciones que invitaron a saltar, a mover esas remeras sangradas (dress code que la gente respetó y evangelizó perfectamente), Pelotuda y Hegemónica, Asap, Coach y Dudade siguieron encendiendo el recinto que ya simulaba ser el infierno de un diablo que comandaba un ritual de cientos de fieles.
Sauce, Bicicleta, RocketPowers, 220, La primera y Opa dieron ese sabor de falso final, donde se empezaron a ver las caras de padres horrorizados llevando a sus hijos menores, seguramente sin saber con lo que se iban a encontrar.
Los bises fueron con Amigos nuevos y Reality. Dillom agradeció el aguante, las dos fechas completas y las numerosas banderas para prometer volver cuanto antes.
