Es doctora en Historia y Teoría de las Artes en la Universidad de Buenos Aires y se dedica a la investigación, a la crítica y a la curaduría.

El Ministerio de Cultura de la Nación “aplicó la Ley de Identidad de Género en la resolución que extiende la designación de Federica Baeza al frente del Palais de Glace”, informó el también llamado Palacio Nacional de las Artes en un posteo de Instagram.

La cartelera de cultura, por su parte, indicó que “acompaña a la directora del Palais de Glace en el proceso de autopercepción de su identidad de género y, por ese motivo, a través de la Dirección General de Recursos Humanos, prorrogó su designación como Federica Baeza, en la resolución firmada el 17 de septiembre último”.

“La Ley 26743 de Identidad de Género establece el derecho de toda persona al reconocimiento de su identidad de género y a ser tratada conforme su autopercepción y la correspondiente obligación de llamar a las personas por su género autopercibido, sin necesitar ninguna modificación registral para hacerlo”, agrega el texto.

El Ministerio de Cultura, “como actor activo de la sociedad, promueve la construcción colectiva de otro sistema de valores, otra forma de entender, de pensar y de representar al mundo”, se lee en el posteo.

Quién es

Federica Baeza asumió la dirección del Palais de Glace en abril de 2020, es doctora en Historia y Teoría de las Artes en la Universidad de Buenos Aires y se dedica a la investigación, a la crítica y a la curaduría.

La cartera que dirige Tristán Baur promueve desde los inicios de su gestión nuevos paradigmas enfocados en la inclusión, desde una mirada de cuidado y de derechos del conjunto de ciudadanos que marca una línea inédita destinada a desmaterializar el sesgo patriarcal de las colecciones públicas.

En el Palais de Glace la escritora y activista travesti Marlene Wayar integra el área de educación y acompaña desde su experiencia la puesta en marcha de una nueva política institucional que, en un contexto de invisibilización de las minorías y disidencias -sexuales, racializadas o de clase-, aspira a que el museo se abra a lo diverso y que los recursos lleguen a colectivos históricamente disminuidos en sus posibilidades de acceso al espacio institucional.

De esta manera, bajo la dirección de Fede Baeza y con Wayar en el equipo de Educación, el Palacio Nacional de las Artes, con su sede en reparación y funcionamiento provisorio en la Manzana de las Luces, se reconfigura en su rol social y comienza a ceder espacio a las personas invisibilizadas y colectivos emergentes, lo que implica un cambio conceptual desde el cual pensar lo cultural como acción.