Mientras el padrón nacional señala que el 95% de 50 mil actores se encuentran desempleados, SAGAI y Actores Solidarios son los únicos organismos que ayudan a los intérpretes más necesitadas: ¿y la AAA?

La sucesión longeva de cuarentenas eternas con ánimo preventivo y definitivamente sanitario tenía su lógica y se justifica al repasar las estadísticas de infectados de Corona Virus, también la cantidad de muertos y las capacidades de camas, respiradores artificiales y médicos de terapias intensivas… Los analistas políticos se cansaron de plantear el dilema si había que apuntar a “¿Salud o Economía?

Y la realidad furiosa nos lleva a un hecho ineludible, para analizar si es una cosa o la otra, porque para ponerse a decidir primero hay que tener comida en el estómago, que era lo que nadie analizaba. El planteo real era: ¿Salud o hambre?

Porque el eslogan preventivo te planteaba “¡Quedate en casa!” y era la metáfora intensa para decirte que respetáramos todas las cuarentenas que te iban alistando, cuando pocos o ninguno hablaron de cómo tener comida en la heladera, si es que tenías el artefacto eléctrico en tu casa o si también tenías luz para mantener lo poco o mucho que te tocara de alimentos en tu cocina.

En el medio de todo este panorama, la Asociación Argentina de Actores (AAA), que durante la presidencia o secretaría general de Alejandra Darín, se mostró sumisa y obediente a los comunicados de Alberto Fernández cuando en el gobierno de Mauricio Macri arengó a su rebaño sindical como uno de los gremios más opositores y reactivos del sindicalismo trabajador.

Alejandra Darín supo decir que el gobierno había considerado la actividad actoral como una profesión “prescindible y no esencial” razón por la cual nunca se planteó ningún protocolo para intentar algún tipo de trabajo paralelo, secundario, ni tampoco interpuso alguna acción para evitar ficciones extranjeras en favor de repeticiones nacionales que le significara algún ingreso a nuestros actores.

Todo era por “la Salud”, pero nadie aclaraba que para estar sano había que “Comer”. El mismo hermano de la dirigente Alejandra, un actor del prestigio de Ricardo Darín, que no transita por la misma vereda política, sostenía que la del actor no era una profesión “esencial pero si necesaria, y que había que saber ponerse en el lugar del otro”.

Hoy Alejandra le asigna la culpa de este desastre a la desesperación del gremio artístico por el 52% de desempleo que generó la presidencia de Macri, olvidándose que ella como cabeza sindical mandaba a los actores a su casa mansamente sin preguntarse si comían o no.

Entonces hoy, Alejandra y Ricardo, los hermanos Darín, coinciden en que los actores la están pasando muy mal, con desesperación y devastación después más de 150 días de cuarentena, y que de no haber sido por SAGAI y Actores Solidarios que acercan con cajas de medicamentos y alimentos a los sectores más necesitados, los actores la hubieran pasado mucho peor.

En el padrón nacional hablamos de 50.000 actores que en un 95% está desocupado y de los cuales 7.000 son de Capital Federal donde el hambre y el apremio laboral están peores que en toda su historia. Recién ahora los referentes del gremio descubren que los actores necesitan comer todos los días… ¡Telón!