Inés tenía 27 años y había desapareció el 31 de agosto en la ciudad de La Paz. En principio, no se detectaron lesiones.
El cuerpo de Inés Guadalupe Villalba, la joven de 26 años que desapareció el 31 de agosto, y que era intensamente buscada, fue hallado este jueves por la policía de Entre Ríos en una isla cercana al río Paraná. La joven había salido de la casa de sus padres con destino a una zona de campamentos, en el sur de la ciudad de La Paz. Luego de la denuncia realizada por su familia, aproximadamente 100 efectivos, entre la policía y los Bomberos Voluntarios, se movilizaron para buscar a Inés Guadalupe Villalba.
Se desplegó un operativo que incluyó la búsqueda por tierra con la ayuda de caballos, por aire mediante drones y con buzos tácticos rastreando las orillas del río Paraná. Efectivos de la Prefectura Naval Argentina (PNA) fueron quienes localizaron el cuerpo de Inés Guadalupe en una isla cercana a la localidad de Piedras Blancas. Esta ubicación se encuentra unos 70 kilómetros al sur de donde los perros de la policía habían detectado por última vez su rastro, según informó Télam.
En la zona donde hallaron el cuerpo, trabajaron las fuerzas policiales, la División Criminalística y una médica policial de Hernandarias, junto con el personal de la Prefectura. Tras una evaluación inicial, la médica policial no identificó lesiones visibles que pudieran haber causado la muerte de la joven. No obstante, las autoridades judiciales llevarán a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias de su fallecimiento y determinar qué pasó.
Luego del descubrimiento, la policía de Entre Ríos emitió un comunicado confirmando la identidad de Inés Guadalupe Villalba basándose en la indumentaria que llevaba el cuerpo. Por su parte, el fiscal ordenó el traslado de los restos al hospital de Hernandarias y posteriormente a la morgue judicial de Oro Verde, donde se llevará a cabo la autopsia correspondiente.
La búsqueda de Inés Guadalupe Villalba comenzó el 1 de septiembre, luego de que su padre presentó la denuncia de su desaparición. En su testimonio, indicó que la joven se había ido sin llevarse su celular, billetera ni documentos, solamente con los anteojos, cigarrillos y un encendedor. Además, mencionó que su hija estaba bajo tratamiento psiquiátrico y recibía medicación. Contó, además, que Inés Guadalupe Villalba tiene una hija de seis años que está al cuidado de su exsuegra.
En el transcurso de la investigación, el fiscal Facundo Barbosa pudo determinar que la joven tenía la intención de dar un paseo cerca de las termas locales y visitar el “Parque La Curtiembre”, un área conocida por sus campings y cabañas en La Paz. Los registros de cámaras de seguridad documentaron su recorrido, que abarcó desde la casa de una amiga hasta la de sus padres, y finalmente, se acercó a la zona de campings.
En ese último destino, los perros rastreadores identificaron su rastro en diversas áreas, incluyendo el baño, la zona de parrillas y los senderos de caminata del camping. El rastro continuó por un sendero secundario hasta llegar a la orilla del río. Durante el análisis del celular de la víctima, los investigadores hallaron conversaciones por mensajes de texto, llamadas y mensajes de audio de WhatsApp con una persona con la que había planeado un encuentro en el camping en cuestión.
Si bien todavía falta saber el resultado final de la autopsia, fuentes policiales indicaron que por lo que se observó en el cadáver apenas fue hallado, se descarta que haya sido víctima de un femicidio o una muerte violenta. Incluso, a partir de los elementos que pudieron obtener durante la investigación desde que desapareció de su casa el jueves 31 de agosto, la principal hipótesis -quizás la única- es que Guadalupe se habría quitado la vida.
Un pescador del lugar les dijo que días atrás había encontrado anteojos y unos cigarrillos. Aseguró que no los tocó y que otra persona los puso a resguardo. Al ser informados acerca de la pista encontrada, los familiares de Inés reconocieron que ella usaba un par de lentes con características similares. Hubo otro dato acerca de la joven que la Policía y el fiscal Facundo Barbosa, tuvieron en cuenta y que podría dar algún indicio de lo que creen que ocurrió.
Se pudo determinar en la causa que Villalba padecía un cuadro de depresión, que en el último tiempo la obligó a tomar medicación psiquiátrica. La joven había sido despedida de su trabajo en un lavadero y se separó de su última pareja padre de su hijo hace medio año. De hecho, al chico lo crían los abuelos paternos. Es por este dato que los detectives creen que la ex pareja no estaría vinculada a la desaparición de Inés.
La declaración de una amiga fue clave y refuerza la teoría de que se quitó la vida. Las fuentes dijeron que la mujer relató a los investigadores que cuando vio a Inés, la notó con ánimo decaído y nerviosa. “De ahí tomó el camino a la curtiembre y tomó esa decisión. Para nosotros fue un suicidio. No se observó nada extraño en el cuerpo”, aclaró.