La audiencia preliminar del juicio oral por el crimen en Villa Gesell se realizó esta mañana en los tribunales de Dolores. Los ocho acusados participaron de manera remota.

El juicio oral por el brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, el chico de 18 años que fue asesinado en enero de 2020, está cada vez más cerca. Esta mañana, en la audiencia premilinar que se llevó a cabo en los tribunales de Dolores, el fiscal propuso que se convoque a 150 testigos y la defensa de los ocho rugbiers acusado solicitó más tiempo para cerrar la instrucción suplementaria.

La audiencia duró de tres horas y estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 1 de Dolores. Los acusados Máximo Thomsen (21), Ciro Pertossi (21), Luciano Pertossi (19), Lucas Pertossi (22), Enzo Comelli (21), Matías Benicelli (21), Blas Cinalli (20) y Ayrton Viollaz (22) siguieron la primera jornada de manera remota desde la alcaidía de Melchor Romero, donde se encuentran actualmente detenidos.

El fiscal de juicio Juan Manuel Dávila y los abogados del particular damnificado propusieron unos 150 testigos y la defensa solicitó 120 días de instrucción suplementaria para que se lleven a cabo nuevas medidas de prueba.

Caso Fernando Báez Sosa | La defensa de los rugbiers pidió 120 días extra de instrucción para sumar más pruebas
Los padres y la novia de Fernando reclaman que todos los rugbiers acusados sean condenados a perpetua.

Una vez finalizada la audiencia, los jueces del tribunal, María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, pasaron a deliberar. Según las fuentes, se tomarán entre cuatro o cinco días para resolver los pedidos a los que suscribieron las partes a través de una acta firmada, añadieron los voceros consultados.

En su resolución, el TOC 1 también podría fijar ya una fecha de inicio del debate, que será en 2022.

“Ratificamos toda la prueba que ofrecimos oportunamente, hablamos del tiempo, en cuanto a jornadas, que nos vas a llevar este debate. No serán menos de treinta jornadas”, explicó a la prensa Fernando Burlando, uno de los letrados de la familia Báez Sosa, al término de la audiencia.

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El crimen de Fernando Báez Sosa ocurrió el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell.

De acuerdo con la elevación a juicio ordenada en febrero por el juez de Garantías de Gesell, David Mancinelli, y confirmada en abril por la Cámara de Apelación y Garantías de Dolores, los ocho rugbiers están acusados de matar a Báez Sosa y afrontan cargos por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, delito que prevé la prisión perpetua.

En el juicio se debatirán las responsabilidades penales de todos ellos por las lesiones sufridas por cinco amigos de Fernando que se encontraban con él cuando fue asesinado.

El crimen

De acuerdo a la instrucción del caso, el crimen de Fernando se produjo “entre las 4.41 y las 5 del 18 de enero de 2020, frente al local bailable ubicado en avenida 3 y paseo 102, pleno centro de la localidad balnearia de Villa Gesell.

El episodio quedó registrado por cámaras de seguridad y en teléfonos celulares de personas presentes en la zona, por lo que los sospechosos fueron identificados y detenidos horas más tarde en la casa que alquilaban, a pocas cuadras del lugar.

Según la investigación, los ocho jóvenes que serán juzgados “acordaron darle muerte” al joven estudiante de derecho, y para ello “previamente, distribuyeron funcionalmente sus roles”, luego de que “minutos antes, al encontrarse en el interior del local bailable, tuvieran un altercado” con él, “quien se encontraba acompañado con su grupo de amigos”.

La fiscal indicó en su pedido de elevación a juicio que “aprovechándose del estado de indefensión de la víctima, con el fin de darle muerte y cumplir con el plan acordado, los acusados le propinaron” en el suelo “varias patadas en su rostro y cabeza”, y los golpes le produjeron “lesiones corporales internas y externas” que “provocaron su deceso en forma casi inmediata, al causarle un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo grave de cráneo”.