Joaquín Bustos fue asesinado de un tiro en el pecho tras ser atacado por la barra de Alem, en la previa del clásico contra Luján de la Primera C
Perdura la conmoción por el ataque a tiros de la barrabrava del club de fútbol Alem para con simpatizantes de Luján, durante el partido de fútbol que ambos equipos de la Primera C disputaban la tarde del domingo y en el que fue asesinado un joven. En las últimas horas, la familia de la víctima fatal rompió el silencio y admitió problemas previos en los encuentros deportivos.
La madre de Joaquín Bustos, quien perdió la vida debido al balazo que sufrió, contó que su hijo había dejado de ir a la cancha de Luján por miedo a los disturbios, ya que se habían vuelto recurrentes.
“Hace mucho que no iba a la cancha, él antes iba con su hermano y dejó de ir porque se armaban muchos problemas y nadie solucionaba nada. Había peleas y disturbios, por eso dejaron de ir, cuidandosé de que no les pase nada”, dijo Sara en diálogo con TN.
Añadió que “no tenemos ninguna novedad, solo pistas que no da la gente por Facebook, por internet, por Instagram, videos de sus celulares. Esta gente (los que dispararon) entró a la cancha vestida con ropa de Luján. Muchos que estaban en un parque cerca de la cancha los vieron cuando se pusieron las remeras”.
“El de la camioneta gris era el que llevó a los que entraron a la cancha y empezaron a los tiros. Hubo gente que nos contó que la camioneta estaba en el parque desde temprano, pensaban que estaban haciendo la previa, pero después se dieron cuenta de que no. A la hora del partido se pusieron las remeras de Luján y entraron con armas a la cancha. Mi hijo más grande vio cuando se empezó a armar disturbio y lo perdió (a Joaquín), se dio vuelta y ya no estaba más”.
Sara también opinó que “hay gente que dice que esto ha sido entregado, que les han abierto las puertas. Entraron y nadie hizo nada. Tiraban tiros como si estuviesen en su lugar propio”.
El padre del chico, que tenía 18 años, explicó que los de Alem “vinieron a matar, después arengaban, estaban contentos”, y acerca de Joaquín contó que “tenía toda una vida por delante emprendedor, estudiaba. Le arrebataron la vida, lo esperaron afuera”.
A su vez, Pablo Merlo, el abogado que representa a la familia de Joaquín, manifestó que “las medidas de seguridad no deben tomarse solo en el estadio de fútbol, sino alrededor. Queremos saber si se han tomado las medidas de seguridad correspondientes para un clásico del ascenso y poder haber evitado esto”.
Joaquín recibió un tiro en el pecho en la previa del encuentro que Luján y Alem debían disputar por la cuarta fecha de la Primera C. Fue trasladado a un centro médico y operado, pero falleció poco después.
Otras seis personas fueron baleadas y este lunes se detuvo a un hombre, dueño de uno de los vehículos usados para el ataque, al parecer un Chevrolet Corsa.