El sospechoso tiene 25 años y fue arrestado en las últimas horas. Por el caso hay otros cinco detenidos.
A casi un mes y medio del asesinato de Máximo Jerez (11) en la ciudad Rosario, este martes 18 de abril detuvieron a un tercer sospechoso del ataque. La Policía lo identificó durante un allanamiento en el barrio Empalme Graneros, muy cerca del lugar donde mataron al nene e hirieron a otros tres menores de edad.
Se trata de un joven identificado como Nicolás T. (25), quien según la investigación a cargo del fiscal Adrián Spelta, habría participado del asesinato.
Máximo fue asesinado el 5 de marzo pasado durante una balacera contra un puesto de drogas. Nicolás T. era uno de los dos prófugos con pedido de captura por el homicidio en Los Pumitas. La Agencia de Investigación Criminal (AIC) lo encontró en una casa ubicada sobre Juan B. Justo al 3100. Durante el operativo que se llevó a cabo a primera hora de la jornada, el Gobierno provincial envió a personal del Grupo de Operaciones Tácticas (GOT) para arrestar al sospechoso.
Tras la inspección del inmueble, secuestraron un chip y un teléfono móvil. Después del allanamiento, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó que Nicolás T. será imputado este jueves en el Centro de Justicia Penal de Rosario. De esta forma, sólo falta atrapar a otro de los presuntos autores del ataque de la banda del “Araña”, como se conoce al preso Alex Ibáñez. Se trata del sexto detenido en el marco de la causa en la que otras cinco personas fueron imputadas el 14 de marzo pasado.
El fiscal Spelta sostiene que Jerez fue una víctima fatal ajena a una disputa entre organizaciones que peleaban el control de la venta de drogas en Los Pumitas. En base a esta teoría, los tiradores intentaron atacar a cómplices de Cristian “Salteño” Villazón, otro recluso señalado como líder de uno de estos grupos. El asesinato de Jerez provocó la furia de familiares y vecinos, quienes se alzaron y derrumbaron a mazazos esa vivienda señalada por los residentes del barrio.
Ese lugar era un punto de acopio y venta de drogas al menudeo. A partir de ese hecho, el barrio Los Pumitas, un asentamiento precario ubicado en el extremo norte de Rosario, es custodiado por fuerzas federales de seguridad que desembarcaron en Rosario días después del crimen del menor que pertenecía a la comunidad Qom.