La nena estaba en la Plaza Unidad Latinoamericana, ubicada en las calles Medrano y Costa Rica, del barrio porteño de Palermo, cuando desapareció.

Todo comenzó alrededor de las 17, cuando la nena y su madre compartían un momento en una plaza del barrio porteño de Palermo. Estaban en la zona de los juegos cuando, de repente, la mujer, de 50 años, perdió de vista a su hija por unos minutos. Después de buscarla intensamente y sin poder hallarla, dio aviso a la Policía de la Ciudad. Rápidamente, los oficiales llegaron al lugar del hecho.

La Comisaría Vecinal 14A, la División Minoridad en Riesgo y los padres de la menor comenzaron una búsqueda desenfrenada que se extendió hasta el barrio de Colegiales, lugar donde la nena solía pasear junto a su papá cuando estaban juntos, indicaron fuentes del caso a Infobae. .

Cerca de las 20 llegó el llamado milagroso. El aviso de un chófer de la Línea 166 fue la mejor noticia: la menor estaba a salvo a bordo de su colectivo en el partido bonaerense de Morón.

Todo ocurrió, según detallaron las fuentes del caso, cuando el conductor se percató de que la nena, que habría viajado desde el barrio porteño de Palermo, había quedado sola en su unidad. Enseguida, y de forma preventiva, decidió llevarla hasta la Comisaría 7ª de Morón.

Allí, la nena pudo reencontrarse con su familia. Sin embargo, según fuentes del caso, no fue la primera vez que sucede algo así: la menor ya había desaparecido tres semanas atrás.

El miércoles 7 de febrero pasado, la mamá de la nena que se perdió este lunes llamó a la Policía de la Ciudad para avisar que su hija menor de edad había salido del colegio y había asistido a la Plaza Unidad Latinoamericana, el mismo lugar en el que desapareció este lunes. Pero no la podía ubicar.

“Sin embargo, contó que no podía encontrarla en la zona, como pasó hoy”, explicaron fuentes del caso cómo fue la primera de las denuncias.

En ese contexto, se activó el protocolo y la Policía de la Ciudad comenzó una intensa búsqueda hasta que pudieron hallarla en la intersección de avenida Córdoba y Paso, en el barrio porteño de Balvanera y a casi dos kilómetros de la plaza donde la habían visto por última vez.