La última versión del mini ordenador que se anunció hace dos semanas, tiene un puerto USB type C que impide que muchos cables de carga populares le suministren energía. Este puerto es la única entrada de corriente del dispositivo, lo que dejó a algunos propietarios con un sabor amargo tras la compra.

El problema fue detallado por primera vez en una entrada del blog de Tyler Ward, y desde entonces ha sido reconocido por el cofundador de Raspberry Pi, Eben Upton, en una entrevista con TechRepublic.

El puerto de carga de la Raspberry Pi 4 comparte una sola resistencia entre dos de sus pines, que según la especificación oficial de USB-C debería tener una resistencia por cada uno. Esto es lo que causa problemas en los cables denominados “e-marked”, como los que se suministran con los MacBooks y otros portátiles equipados con puertos de carga USB-C – Thunderbolt. Ya que contienen chips diseñados para gestionar características como el consumo de energía y para detectar diferentes tipos de accesorios. Si se intenta conectar una Pi 4 con uno de esos cables, detectará el mini ordenador como un “accesorio de audio” y no lo cargara.

“LA SITUACIÓN DE LOS CABLES DEL USB-C ES CONFUSA Y DESORDENADA”


Reconociendo el problema, el cofundador de Raspberry Pi, Eben Upton, dijo a TechRepublic que espera que el problema se arregle en una futura revisión, y sugirió que los usuarios “apliquen una de las soluciones sugeridas”. Estas soluciones incluyen el uso del cargador oficial de Raspberry.

Casos como este son muy comunes cuando hablamos de USB-C, e incluso hay ingenieros como Benson Leung y Nathan K que se han hecho un nombre por sí mismos llamando a las malas implementaciones del estándar USB. En una entrada de blog sobre este último fallo de implementación, Leung admite que la “situación del cable USB-C es confusa y desordenada”, pero dice que en última instancia “en lugar de intentar crear un circuito inteligente, los diseñadores de hardware deberían simplemente copiar exactamente la figura del USB-C”.