Algunos países han centrado sus esfuerzos en importar las vacunas contra el coronavirus. Otros, como Cuba, están enfocados en producir sus propias vacunas.
Según los organismos científicos de ese país, actualmente trabajan en el desarrollo de al menos cuatro posibles vacunas contra la covid-19 que ya se están probando en humanos.
Quienes lideran esos estudios se han mostrado optimistas con los primeros resultados.
Cuatro candidatas
Cuba trabaja paralelamente en cuatro posibles vacunas.
Por una parte están Soberana 01 y Soberana 02, desarrolladas por el Instituto Finlay de Vacunas.
Las otras dos son conocidas como Mambisa y Abdala, producidas por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Soberana 02
Fase III
Cautela
Los avances que reportan los investigadores cubanos son prometedores, pero expertos independientes recomiendan tener cautela.
Parte de ello se debe a que los resultados de las fases 1 y 2 no se han publicado en revistas científicas revisadas por pares, un estándar para verificar la validez de un estudio.
“No hay ninguna razón en particular para pensar que las cosas no funcionarían”, dice Vecino, pero “hay que esperar a que salgan los estudios y ellos los publiquen”.
Una opinión similar tiene Beate Kampmann, directora del Centro de Vacunas en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Citada por el portal Business Insider, Kampmann dice que hasta que los datos relevantes de los ensayos no se hagan públicos, será imposible saber qué tan buena es la vacuna.
Esta crítica, según explica Vecino, es la misma que en su momento se les hizo a Rusia, China o la farmacéutica Pfizer por no publicar los resultados de sus estudios.
Kampmann y Vecino, sin embargo, también coinciden en que Cuba tiene una sólida tradición en la producción de vacunas.
“Hay que reconocer que Cuba siempre ha creado sus propias vacunas y le ha ido bien”, dice Vecino.
Kampmann añade que otra ventaja de una vacuna hecha en Cuba es que podría tener “un precio atractivo” para países de ingreso medio o bajo.
BBC Mundo contactó por correo electrónico al Instituto Finlay y a BioCubaFarma para indagar sobre la vacuna Soberana 02, pero no obtuvo respuesta inmediata.