El ex campeón del TN y TC2000, Rubén Daray, dialogó con New Driver y recordó su paso por el automovilismo. Así también habló de la seguridad vial y la actualidad de la industria automotriz.

Desde hace mucho tiempo que Rubén Daray está vinculado a los autos. Su historia comenzó como piloto y años más tarde se convirtió en el conductor del exitoso programa “A Todo Motor”. New Driver dialogó con él para hablar de su pasión por los coches, pero también di su visión de la Seguridad Vial, tema por el cual da conferencias, y de la industria automotriz.

¿Qué importancia tienen los autos en tu vida?

Son todo. Yo los lavé, los lustré, los vendí, al tener una gestoría los transferí, los corrí y hace 35 años hablo de autos. Es más importante que el dulce de leche para mí. Fue una pasión desde chico que se transformó en un medio de vida.

¿Cómo arranca este amor por los autos desde tu infancia?

No recuerdo haber querido otra cosa. En mis tiempos los padres llevaban un álbum donde anotaban fechas o cosas importantes. En el mío, lo primero que dice es que el primer juguete que yo pude pedir fue un autito de carrera. Podría haber pedido un soldadito de plomo, pero no, un autito de carrera. Esta escrito ahí.

¿Y Cómo empieza la idea de querer ser piloto?

Mucho en mi vida tiene que ver con la casualidad. Obviamente que atrás hay un sacrificio enorme detrás. Yo quería correr en autos y no me entraba en la cabeza otra ideal. También la de viajar por el mundo. Hice todo lo posible, pero a principios de los 70 era imposible. Y un amigo mio, Rubén Lascurain, consiguió un 128 de carreras y entonces yo lo fui a ayudar. Lo que menos me imaginé es que dos meses después el calendario tenía una carrera de 24 horas de duración y mi amigo ya había corrido esa competencia y no ganó por muy poco.

Entonces, como yo había laburado más que él en el auto, me invitó a correr con él esa carrera de 24 horas. Y ganamos. Por un lado tuvimos la suerte de ganar la carrera y por otro lado tengo que decir que no estaba en la Farmacia comprando curitas. Estaba ahí. La suerte te tiene que acompañar, pero una vez que te toca la varita mágica agarrá al mago y no lo largués más.

Hubo un auto muy importante en tu historia que fue el Ford Sierra con el que saliste campeón del TC2000 y hace poco lo encontraron ¿Cómo fue esa historia?

Lo encontramos hace 4 años atrás y lo hice todo a nuevo. No tenía el motor, pero todo lo demás está cien por cien original. Lo encontré de casualidad después de publicar una foto en las redes. Aparecieron 500 comentarios diciendo todo tipo de cosas. Hasta que apareció uno, que era un tipo que corrió conmigo, y tenía el auto. Entonces me lo mandó y hoy le estamos haciendo una mejor puesta a punto del motor. En breve irá al Museo Fangio si Dios quiere.

Después de tu paso como el automovilismo ¿Cómo surge la idea de hablar de autos desde otro lado?

Yo arranqué A Todo Motor en el año 86 porque le vendí el auto a un tipo que no sabía quién era. Le había dicho a este señor que ese auto que él había elegido era espectacular pero que era una estafa de caro. Yo le quise decir la verdad pero al auto no le iba a bajar ni un peso. Al tipo le gustó el desafío y para hacerlo más liviano le dije ‘Déjeme el auto que tiene, déjeme un cheque por la diferencia y llévese el auto una semana. Si al auto se lo ensucia un pajarito, yo el cheque lo deposito. Si dentro de una semana el auto no le gusta y me lo trae exactamente como se lo dí, le devuelvo el cheque’. Aceptó el desafío.

Volvió a los tres días y me dijo que todos los amigos le habían dicho que era carísimo. Yo le dije ‘perdón, yo se lo dije hace tres días’. Pero me dice que estaba encantado con el auto y que deposite el cheque. Nos pusimos hacer los papeles del auto y él ve en mi oficina fotos mías de las carreras. Entonces me dice: ‘¿Usted corría en autos?’. Le digo sí. Y me responde ‘¿No se anima a hacer un programa de automovilismo?’. Sacó una tarjeta y era el gerente de VCC, Armando DiGluglielmo. Lo fui a ver a la calle José Cubas y él le puso el nombre de A Todo Motor. Y ahí arrancó.

Después apareció Marcelo Tinelli en tu vida y fuiste parte de Videomatch ¿Cómo fue?

En el 90 apareció Tinelli por mi casa, yo no lo conocía para nada. Como no me gusta el fútbol, para mí Tinelli no existía. Hoy decir eso suena raro pero hace 30 años atrás, Tinelli no existía. Y vino a mi casa a comer con un amigo. Él me pidió laburo a mí en VCC y 15 días después me llamó para invitarme a Videomatch porque quería que haga la parte de autos. Ahí arracó Videomatch.

Si en otra vida tuvieses que elegir una de las dos cosas: Ser piloto profesional o hablar de autos periodísticamente ¿Cuál elegís?

Haría lo de periodismo. Haría esta segunda parte. Si yo no me hubiese bajado del auto en su momento habría sido un corredor de autos. Más menos exitoso. Y hoy tendría 70 años sin haber explorado todo lo que pude explorar  con el periodismo. Hice 60 viajes a Europa, generamos concursos de diseños donde salieron chicos que trabajan en las grandes marcas y muchas cosas más. En uno de mis primeros viajes escuché a la gente de Volvo hablando de Seguridad y dije ‘Qué interesante es este tema’. Y me apasioné con la Seguridad y hace 24 años que doy conferencias al respecto. Son parte de mi profesión. Yo estoy feliz de la vida de cómo se dio todo.

¿Nunca pensaste en la posibilidad de ser dirigente del automovilismo?

Me pasaron cosas raras. Cuando se mató Guido Falaschi (2011) en Balcarce fue un gran revuelo y me convocaron de la ACTC. Me llamó Oscar Aventín porque quería que fuera el vocero de la ACTC y dije que no. Sí me brindé a mejorar la seguridad, opinar al respecto. Fui a seis carreras y le pasé un informe a Aventín de lo que veía mal y lo que veía bien. Oscar quedó fascinado de mis comentarios. Hablé con muchos pilotos con respecto a la seguridad y empezamos a tener diferencias entre sus pensamientos y los míos. A Aventín se lo puede criticar de muchas cosas, y probablemente tengan razón, pero en el rubro seguridad la culpa es de los pilotos.

¿Cómo ves la industria automotriz con este presente?

La industria va a tener que reconvertirse muy rápidamente. Yo le achaco a la industria y a los clientes por no ser exigente con el auto que te vas a comprar. Nosotros compramos autos en Argentina que son, en su gran mayoría, muy viejos en términos de diseño del auto. Un ejemplo claro, compramos el Falcon durante 30 años. Entonces, el auto no es malo está ajustado al presupuesto. Si nosotros vamos con nuestro dinero y nos dicen en la concesionaria que con esa plata no podemos comprar un auto con control de estabilidad, tenemos que decir que seguimos en el subte. Si van diez tipos y pasa lo mismo la fábrica le va a terminar poniendo control de estabilidad. Pero si vos no sos exigente te van a vender un Falcon toda tu vida.

¿Y qué análisis hacés de la seguridad vial en esta cuarentena?

El Covid-19 lleva aproximadamente 700 muertos en 80 días. Si no hubiese estado esta pandemia en estos mismos días se hubiesen matado 1600 personas en accidentes de tránsito. Entonces ¿Cuál es la pandemia? ¿A cuál atacamos? Para esta nos estamos poniendo barbijo, pero no hubo nadie hablando de la que mata a 1600 personas. Ni este presidente ni ninguno de los últimos 30 años hablaron de la seguridad vial. El día de mañana cuando se encuentre la vacuna contra el coronavirus vamos a salir de nuevo a la calle con los autos y que Dios de ampare.

¿Cómo analizas el tema de la industria automotriz eléctrica?

Yo creo que es un sistema que viene. Muchos dicen que es como cambiar la chimenea de lugar. La generación de energía sigue contaminando hasta que un día deje de serlo. El día que eso suceda el auto de combustión muere definitivamente. Cuando viaje a Canadá 7 de cada 10 autos son eléctricos.

¿Cuál fue el auto de calle más lindo que manejaste?

Siempre me llamó mucho la atención el BMW 540. Era una nave espacial. Esta viejo ya pero tenía todo lo que te podías imaginar en aquella época. Una calidad de terminación extraordinaria, un motor extraordinario, una automática de siete marchas. Realmente un auto fenomenal. Y deportivamente pude manejar dos veces un Fórmula 1 y es otra liga eso.

¿Qué objetivo te gustaría completar que aún no lo pudiste lograr?

No lo sé porque cada día van apareciendo cosas nuevas. Para mí esta pandemia me generó mucha creatividad. Ahora generamos un curso de manejo virtual donde vamos a hablar de seguridad y manejo deportivo. Se nos ocurrieron muchas ideas.