El reconocido periodista deportivo, Daniel Arcucci, rememoró 30 años después el día que se sentó a la derecha de Diego Maradona y aceleraron la Ferrari Testarrosa negra

Hace más de 30 años el mundo automotriz se vio revolucionado al ver a Diego Maradona arriba de una Ferrari que era totalmente negra. Era muy inusual ver a un vehículo de la firma de Maranello sin su típico “Rosso-Corsa”. Pero el pedido específico de uno de los más grandes futbolistas de la historia pudo más y es por eso que desde la marca le hicieron llegar una Testarrosa de color “Glasurit Nero Met 901/C”. Justamente, tres décadas más tarde el periodista Daniel Arcucci contó una anécdota de ese vehículo junto con el 10.

“Hoy, miércoles 6 de junio de 1990, Maradona no tenía previsto hablar con los periodistas, que nos amontonábamos detrás de la reja. Pero, de pronto, Diego apareció en el balcón florido de su cuarto, allá arriba. La atención se fue con él, entonces. Se escuchó el ruego de todos y en todos los idiomas posibles: “¡Bajá, por favor”. Con el dedito en alto, Diego respondió que no. A lo lejos, me pareció ver que empezaba a achicar los ojos, como buscando algo. Y entonces gritó: ‘¡Arcucci, ¿qué hacés ahí?!¡Te van a pisar! Esperá, ya bajo’”, comoenzó el relato de Arcucci.

Y continuó: “Bajó, nomás. Respondió un par de preguntas. La primera, sobre la formación contra Camerún. En la última práctica, Bilardo se la había confirmado a los jugadores. Sin Caniggia. Enseguida dio por terminada la charla y me hizo una seña: “Saltá la reja, vení”. El custodio, ante la orden de Diego, no me lo impidió. “Seguime”, dijo. Bordeamos la casa principal y caminamos hasta el estacionamiento. “Subite”, volvió a ordenarme. Abrí la puerta del acompañante de la Ferrari Testarrosa negra y me senté. Enseguida, él se sentó al volante y puso en marcha la bestia”.

En ese momento, Arcucci pudo sentir la potencia de uno de los grandes vehículos de la historia de Ferrari: “Salimos chirriando y nos perdimos a toda velocidad por una ruta serpenteante. En chancletas blancas, movía el acelerador y el embrague con naturalidad, mientras el dedo meñique hacía los cambios. La música de Roberto Carlos se mezclaba con el rugido de un motor indomable. Cómo él”.

“Entonces me dijo: “Que yo tenga estos autos acá, conmigo, y los use, no le tiene que molestar a nadie. Me lo gané. Mirá, Dani: a los 15 años yo era el pibe que tenía que demostrar si valía; a los 20, si era cierto; a los 25, si podía ser el mejor del mundo; ahora, a los 29, si fracaso o no. Para todo el mundo, yo vivo rindiendo examen. Para mí y para los míos, no”, añadió. A lo largo de su historia como personaje público, Maradona se lo vio a bordo de muchos vehículos. Pasó por un 128 Europa (que fue su primer 0 kilómetro) un Porsche 924 negro, dos Ferraris F355 Spyder, un Scania 360, un Ford Taunus, GT, un BMW 850 Coupé, un Honda CR-V y un Mini Cooper S Hot Pepper. Además en su estadía en Dubai también se lo pudo ver al lado de Arcucci con otros dos grandes modelos: un BMW i8 híbrido y un Rolls-Royce. Lujos y máquinas como sólo el 10 puede tener