Alberto Fernández y el laboratorio Pfizer revén un contrato que garantizaría la entrega de 1.500.000 vacunas entre enero y marzo.

La Casa Rosada se encuentra trabajando para el arribo de todas las vacunas posibles para inmunizar a la Argentina. El jueves arribaría a nuestro país la vacuna proveniente de Rusia, Sputnik V, y ahora el Gobierno analiza una cláusula contractual para traer la vacuna de Pfizer que preserva los derechos del Estado Nacional.

En esta nueva cláusula en la que trabajaron en conjunto Alberto Fernández con la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, se busca no solo preservar los derechos del Estado Argentino sino también satisfacer ciertos reclamos jurídicos exigidos por el conglomerado farmacéutico.

Fernández y Pfizer

Ibarra propuso una nueva ley que Alberto Fernández rechazó por sus costos políticos. Por su parte, Fernández sugirió un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que la secretaria Legal descartó por razones normativas.

De este modo, el camino del acuerdo comercial con Pfizer será a través de un artículo específico que explicitará los alcances jurídicos de la negligencia atribuible al conglomerado farmacéutico que ya vende vacunas en Estados Unidos, Europa y América Latina.

Fernández e Ibarra conocen muchísimo de derecho penal y de la responsabilidad jurídica del Estado, y acordaron diseñar una norma que proteja al país de la eventual negligencia de Pfizer y que a su vez reconozca los derechos propios de la compañía que opera desde hace décadas a nivel global.

“Lo voy a poner en dos ejemplos para que quede claro que pienso al respecto: si Pfizer me entrega suero en lugar de vacuna contra el COVID-19, ellos son responsables y negligentes. En cambio, si ellos me dan la vacuna impecable, y yo la aplico vencida, la responsabilidad es mía. Ahí hay negligencia de nuestra parte, hay negligencia del Estado Nacional”, explicó Fernández en Olivos cuando le preguntaron sobre las diferencias con Pfizer.

Fernández y Pfizer

Vilma Ibarra terminó su debate jurídico con Alberto Fernández y convocó a los representantes de Pfizer en la Argentina. El cónclave ocurrió ayer en la Casa Rosada, duró una hora y el ministro Ginés González García envió a su abogado de confianza en el Ministerio de Salud. Ginés estaba en su despacho analizando la posibilidad de cerrar las fronteras con los países limítrofes, y por eso no concurrió a la reunión liderada por Ibarra.

La clave de la encrucijada jurídica está en el artículo 4 de la Ley de Vacunas que el Congreso sancionó a instancias del Poder Ejecutivo. Ese artículo establece que Pfizer no será responsable por sus dosis en la Argentina “con excepción de aquellas (acciones) originadas en maniobras fraudulentas, conductas maliciosas o negligencia”.

Alberto Fernández intenta demostrar que hay buena fe en la negociación y le pidió a la secretaria Ibarra que encuentre un punto de contacto jurídico entre los intereses nacionales y las pretensiones de Pfizer. “Mal interpretan nuestras intenciones. Yo quiero todas las vacunas del mundo. Quiero las vacunas de Pfizer, de China, de Rusia y de AstraZeneca. Las quiero todas. Pero no voy a firmar un contrato de impunidad. Quiero que cada uno sea responsable por su parte”, explicó el presidente.

Con este nuevo escenario de negociación, Pfizer desembarcaría su cargamento en Ezeiza a través de la compañía DHL. Ya no habrá participación de Aerolíneas Argentinas, y el costo de la vacuna -dos dosis- será de 20 dólares.