El técnico de Boca sorprendió con su declaración en la conferencia de prensa post partido versus River

Aunque haya ganado 1 a 0, fue una derrota para su equipo. Aunque los jugadores se hayan retirado del campo de juego aplaudidos por los hinchas, la eliminación frente a River (una vez más) caló hondo en el ánimo de todos. Aunque en contra de las predicciones que auguraban que era imposible dar vuelta la serie, se haya estado muy cerca de lograrlo, eso no era un consuelo para el dolor y la tristeza. Gustavo Alfaro, el técnico xeneize no escapó al clima general. Lo que no se esperaba es que en la conferencia de prensa ensayara una suerte de despedida.

“¿Qué pienso? Yo lo que quiero es tratar de terminar con estos jugadores los partidos que nos faltan de la mejor manera posible y después irme a mi casa y recuperar mi vida…”, fueron las palabras textuales del técnico de Boca. No renunció, pero dio a entender que no iba a continuar en el cargo una vez que finalizara su contrato.

Y puestos a analizar sus palabras, uno puede imaginar que, abrumado por las críticas, la presión mediática y como se le cayó encima, no tanto por el partido de anoche sino por el planteo de sus partidos anteriores, en especial el de la semifinal de ida en el Monumental, Alfaro sintió que era demasiado para él y ya decidió no aceptar una posible renovación. O también que ya tiene algún indicio de que no se le renovará el contrato y se adelantó a la situación. Lo cierto es que en diciembre hay elecciones en Boca y él está atado a la actual conducción del club. Y el presidente, Daniel Angelicci, fue reprobado por la Bombonera una vez terminado el partido, lo que pone en duda una elección favorable al oficialismo que lleva como candidato a Christian Gribaudo ante la imposibilidad por estatuto de un nuevo mandato del actual presidente.

Alfaro después de la eliminación:
Gustavo Alfaro en la conferencia de prensa post River donde sorprendió al hablar de su futuro.

Alfaro es un buen técnico. Estudioso, tiene una buena lectura del juego y explica muy bien los partidos, lo que lo ha llevado, por ejemplo, a ser contratado como comentarista de la televisión colombiana en las Copas del Mundo. Sin embargo su experiencia en San Lorenzo, el único club grande que dirigió hasta aceptar el desafío boquense, no fue buena. Su visión futbolística, acostumbrada a la gimnasia de dirigir equipos de bajo presupuesto, muchas veces apremiados por el descenso, lo han llevado a pensar en cómo bloquear o neutralizar al rival antes de imaginar cómo hacerle daño. Y eso lo hizo blanco de las críticas de periodistas e hinchas que, tal vez, no esté dispuesto a seguir recibiendo o le parezcan injustas.

Queda poco menos de un mes y medio para saber el futuro de Alfaro. Pero esta vez, parece que la decisión ya la tomó el propio protagonista.