Logra un título ATP tras dos años y ocho meses, al derrotar en el match decisivo a Wawrinka.

Lágrimas de alegría y emoción salían de los ojos de Andy Murray, después de batallar intensamente para alzar el trofeo del ATP 250 de Amberes. Una prolongada lucha de dos horas y 27 minutos le llevó al escocés vencer al duro Stan Wawrinka por 3/6 6/4 y 6/4 y obtener el 46° título ATP en su dilatada carrera, el primero tras sus operaciones de cadera, la última en febrero último, después de caer en el debut del Australian Open ante el español Roberto Bautista Agut. Una final bien jugada pero tensa, pues había mucho en juego, mucho más que los 250 puntos que se le otorgaban al ganador del certamen. Había en el court central de Amberes muchas ganas de volver a levantar una copa por parte de ambos jugadores, que lucharon contra lesiones que los marginó por un tiempo del circuito y que volvieron a competir (cada uno con sus tiempos) para intentar pelear cosas importantes, como hicieron siempre. Lejos en el tiempo estaban sus últimos festejos, ninguno de los dos se adjudicaba un torneo ATP desde el año 2017. Y festejó Andy Murray, había lugar para uno solo en Bélgica.

Cuando la derecha de Wawrinka se fue ancha y dictaminó el triunfo de Murray, ambos gladiadores de saludaron cordialmente y se quedaron conversando amistosamente red de por medio, pero cuando el escocés saludó al umpire y se sentó en su silla, estalló en un llanto que reflejaba no solo su alegría por volver a festejar un título, también reflejaba todo el sacrificio vivido por este enorme jugador para sortear todas las dificultades físicas que se le presentaron. A los 32 años siente que está de vuelta y que puede cumplir su objetivo de volver a donde cree que pertenece, los primeros puestos del ranking mundial, donde combatió durante años con el aclamado Big Three, denominado Big Four con él en el exclusivo lote. El mundo del tenis celebra esta nueva conquista del ex número 1 de mundo, que ha dado un gran mensaje de superación personal. Andy Murray atravesó dos operaciones de cadera, en el medio el anuncio de su retiro como tenista profesional, posteriormente cancelado. Le siguió una lenta recuperación y una vuelta al tenis pero jugando dobles (ganó en Queen´s junto a Feliciano López), para después volcarse a los singles sin buenos resultados, inclusive en el nivel challenger, pero creciendo progresivamente en su nivel físico y tenístico, hasta desembocar en esta gran alegría que le proporcionó ganar el ATP 250 de Amberes, que podría estar a la altura de los tres Grand Slams que tiene en su vitrina.