Un medio alemán sacó a la luz una investigación del FBI sobre el tema, que tiene en vilo a todo el ambiente tenístico.

El medio ZDF, canal de televisión pública de Alemania, sacó a la luz una investigación del FBI en el espinoso y delicado tema de los amaños de partidos en el circuito ATP. El bureau de investigación estadounidense habría detectado una red de apuestas armenia, que incluiría a 135 tenistas profesionales en sus filas, que contaría con jugadores de buen ranking. Por supuesto, habrá que esperar el desarrollo de las pesquisas por parte del FBI.

La mafia armenia se encarga de arreglar los cotejos, con la complicidad de los tenistas sobornados, realizando grandes cantidades de pequeñas apuestas en cada encuentro digitado, para evitar sospechas y ser detectados. Las máximas autoridades del tenis mundial no pueden con este flagelo que aqueja a su estructura, a pesar de los organismos que colaboran para erradicar este mecanismo corrupto y que daña la imagen del deporte blanco. La semana pasada, otra red de apuestas ilegales se las ingenió para anotar y hacer jugar a una persona que no es tenista profesional en la qualy de un ITF en Doha, perdiendo 6/0 y 6/0 en apenas 22 minutos de juego, y logrando un doble objetivo:  engañar a la ATP y a la ITF (dejándolas en ridículo), y de apostar a ese score sabiendo (obviamente) el desenlace.

De confirmarse el informe de ZDF, se demostrará que las apuestas ilegales no están instaladas solamente dentro de los jugadores de bajo ranking y con facilidad de ser “comprados” por su necesidad económica. El tenista argentino Marco Trungelliti, quien denunció que fue tentado por una de las mafias a colaborar en la tenebrosa red, recurrió al TIU (Unidad de Integridad del Tenis) el intento de soborno y terminó declarando en contra de sus colegas y compatriotas, Federico Coria, Nicolás Kicker y Patricio Heras, que fueron suspendidos por diversos motivos. Solamente el hermano menor del Mago Coria volvió acompetir en el circuito, ya que su falta fue no haber denunciado ante el TIU que había sido contactado para manipular su partido, haciendo caso omiso a la propuesta. Kicker y Heras cumplen penas muy duras. Trungelliti había manifestado oportunamente que había colegas involucrados con buen ranking, que no había que mirar solamente para el lado de los jugadores con que juegan torneos de la segunda y tercera categoría del circuito ATP.