Boca perdió por penales con Atlético Mineiro en Brasil, luego de que le anularan otro gol legítimo.
Boca Juniors quedó eliminado en los octavos de final de la edición 2021 de la Copa Libertadores de América al caer en el estadio Mineirao de Belo Horizonte ante Atlético Mineiro en la definición por penales, luego de igualar el tiempo reglamentario 0 a 0 y que a instancias del VAR le anularan un gol legítimo al equipo argentino.
Nuevamente la vergüenza, la tristeza, el asombro de ver como se destruye el mejor juego del mundo vaya uno a saber en beneficio de qué intereses. A solo una semana de los desastres del VAR en Cerro Porteño-Fluminense y el partido de ida entre Boca-Mineiro, se vuelve a repetir una situación bochornosa que priva de un gol legítimo a un equipo.
El VAR (la sigla significa Video Assistant Referee) llegaba al fútbol para traer justicia. Para que los errores arbitrales, con la ayuda de la tecnología, pudieran corregirse. Como lo dice su nombre, venía a “asistir” al árbitro. Así sucede en otros deportes como el rugby para ver si la pelota es apoyada en el ingoal rival o el tenis para ver donde fue el pique de la pelota.
Lo que no nos íbamos a imaginar es que, especialmente en Sudamérica, iba a ser usado para manipular resultados de manera descarada. Le pasó en la Copa pasada a River y en ésta a Boca, en ambos partidos por octavos de final frente a Mineiro, y a Cerro Porteño frente a Fluminense.
Boca llegaba al partido revancha de octavos con la guardia alta por la certeza de haber sido despojado en la mismísima Bombonera de un gol legítimo a instancias del VAR. Y le volvió a ocurrir. En un partido friccionado, donde los dos equipos se dedicaron más a cortar el juego del rival que a crear el propio, a los 17 minutos de la segunda etapa, tras un tiro libre frontal y lejos del área, la pelota se le escapa al arquero Everson y Weigandt convierte el gol.
El VAR llama al árbitro uruguayo Esteban Ostojich para indicarle el fuera de juego e, incluso, una “interferencia” de González con el arquero. Los audios así lo indican, marcando la posición adelantada de González, casi por la punta de su rodilla, sacando de cuadro la pelota, por lo que no se puede ver si ya está en movimiento, lo que cambiaría toda la decisión. Una vergüenza.
El partido, como siempre, continuó. Y tras el 0 a 0 fueron a los penales donde Villa (atajado), Rolón (atajado) e Izquierdoz (desviado) fallaron siendo Rojo el único que convirtió. Por el lado de Atlético Mineiro, Hulk estrelló el suyo en un palo, Hyoran lo desvió y Nacho Fernández, Junior Alonso y Everson los transformaron en gol para el equipo brasileño pase a Cuartos.
Después del partido, las agresiones, el descontrol, el propio presidente del Mineiro tirándoles una botella a los jugadores de Boca, la policía arrojando gas pimienta sobre sus rostros… en fin, algo que suele verse en las canchas brasileñas cuando de equipos argentinos se trata. Y Boca que fue demorado y tuvo que postergar su regreso a la Argentina.
Nuevamente la vergüenza. El VAR que había llegado para hacer justicia, usado para manipular un resultado. Y si los goles quedan en manos de unos señores sin escrúpulos que deciden quién gana y quién pierde, se pierde la ilusión del resultado, algo fundamental que determinaría la muerte del fútbol.
Atlético Mineiro: Everson; Mariano, Nathan Silva, Junior Alonso y Dodó (90+7´Calebe): Thé Tché (71´Eduardo Sasha) y Allan (90+7´Hyoran); Jefferson Savarino (80´Dylan Borrero), Ignacio Fernández y Matías Zaracho (80´Alan Franco); Hulk. D.T.: Cuca.
Boca Juniors: Agustín Rossi; Marcelo Weigandt, Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo y Gonzalo Sandez; Esteban Rolón; Cristian Pavón, Diego González (90+2´Jorman Campuzano), Cristian Medina (90+2´Aarón Molinas) y Sebastián Villa; Norberto Briasco (81´Nicolás Orsini). D.T.: Miguel Ángel Russo.